LA COMPETENCIA en motos superdeportivas es tan fuerte que en cuanto una marca se relaja queda obsoleta. Para evitarlo, Suzuki ha elegido una solución clásica: la mejor defensa es un buen ataque. Y ha revisado a fondo la GSXR 1000 2002 para que la 2003 siga siendo la referencia a superar. Pero sin apenas tocar el precio, 13.399 euros, sólo 36 euros más alto que antes.
Así, se ha renovado la estética para diferenciarla más de sus hermanas pequeñas (600cc y 750cc), y en la mecánica, los cambios saltan a la vista: pinzas de freno radiales (como las motos de gran premio) y las barras de la horquilla más oscuras por el tratamiento antifricción. La instrumentación, el piloto trasero y el bastidor -de aluminio estrusionado- también cambian. Pero, aparte de hacer casi una moto nueva, Suzuki ha logrado algo que parecía imposible, lograr que un modelo casi perfecto sea aún más compacto, ágil y eficaz: las suspensiones son mejores y frena más.
- MOTOR EVOLUCIONADO
El motor de cuatro cilindros en línea refrigerado por agua y con sistema de inyección de doble mariposa (una, gobernada por el acelerador, y la otra, por la centralita electrónica) sigue siendo lo mejor de la categoría: tiene 163 CV y ofrece un comportamiento impecable.
Los pequeños retoques aplicados al encendido y la inyección han mejorado ligeramente sus cualidades para lograr una respuesta más limpia y suave. Responde de forma progresiva desde bajas revoluciones, se dispara con gran contundencia a medio régimen y empuja como un cohete cuando se estira a fondo. Y el cambio de seis marchas mantiene intacta la precisión y suavidad que aportan los selectores de Suzuki y la transmisión final por cadena.
- UNA MOTO GRATIFICANTE
Con sólo 185 kilos de peso, la nueva GSXR se mueve con un dinamismo espectacular y sólo necesita 2,9 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h y 18,7 segundos para recorrer el primer kilómetro. Además puede alcanzar 285 km/h.
Es difícil encontrar en la automoción vehículos tan logrados como las motos deportivas de última generación, y la GSXR 1000 R es la líder indiscutible. Aparte de sus impresionantes prestaciones (300 km/h. de marcador en circuito), permite disfrutar la conducción deportiva en estado puro: se agarra y frena casi como una moto de carreras. Y lo bueno es que además permite acelerar o frenar dulcemente en piso mojado, hacer turismo con eficacia o ir a trabajar a diario. La GSXR 1000 2003 es una moto excepcional.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 15 de noviembre de 2003