Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
ATENTADOS EN ESTAMBUL

20 muertos en dos atentados antijudíos en Turquía

Los coches bomba que estallaron frente a sinagogas del centro de Estambul causaron 300 heridos

Estambul
Al menos 20 personas murieron y 302 resultaron heridas ayer en dos atentados suicidas contra sendas sinagogas de Estambul, donde vive una gran comunidad sefardí. Dos coches bomba estallaron por la mañana en plena festividad del Sabath frente a los templos de Neve Shalom y Beth Israel, situados en el centro de la principal ciudad de Turquía, un país musulmán laico, aliado de EE UU e Israel. La mitad de las víctimas mortales, entre las que hay un italiano, son judíos. El doble atentado ha sacudido a la sociedad y al Gobierno israelíes. Un portavoz del Ejecutivo de Ariel Sharon señaló que los ataques se inscriben dentro del antisemitismo impulsado "desde ciertas capitales europeas". Un grupo islamista radical turco se atribuyó la autoría de los atentados, aunque algunas fuentes responsabilizan a Al Qaeda.

Dos coches bomba estallaron en la mañana de ayer simultáneamente en el momento de la oración del Sabath frente a dos sinagogas de Estambul, la ciudad más poblada de Turquía con 12 millones de habitantes, causando al menos 20 muertos y 302 heridos, muchos de ellos graves. Se trata de uno de los atentados más sangrientos desde los ataques contra Washington y Nueva York del 11 de septiembre de 2001, tras los golpes del terrorismo en Túnez, Bali, Kenia, Marruecos y Arabia Saudí.

"Es un acto terrorista de ramificaciones internacionales", dice el ministro de Exteriores

"Es un acto terrorista de ramificaciones internacionales", señaló el ministro turco de Asuntos Exteriores, Abdalá Gül, poco después de las explosiones. "Nos encontramos ante un ataque terrorista diferente a los que hemos padecido hasta ahora en Turquía", agregó el jefe de la diplomacia turca.

Según la agencia de prensa turca Anatolia, el grupo radical Frente Islámico de Combatientes del Gran Oriente (IBDA-C) se responsabilizó de los atentados, causados en principio por terroristas suicidas. "Nuestras acciones continuarán", señaló el grupo terrorista. El ministro del Interior turco, Abdulkadir Aksu, dijo no tener ninguna confirmación de la autenticidad de esta reivindicación. Muchas sospechas se dirigieron a Al Qaeda, que ha amenazado a Turquía, un aliado de EE UU, que mantiene buenas relaciones con Israel.

Los dos coches bomba hicieron explosión en torno a las 10.00 (las 09.00 en la España peninsular) del sábado, día santo para los judíos, frente a las sinagogas de Neve Shalom y Beth Israel, situadas en la parte europea de la ciudad, en el centro histórico. En Turquía, un Estado laico de mayoría musulmana, viven unos 35.000 judíos, de los cuales unos 27.000 están en Estambul. La mayoría son sefardíes, descendientes de los hebreos expulsados de España en 1492.

"La explosión se produjo en mitad de la oración", relató el rabino Yitzhak Haleva, uno de los jefes de la comunidad judía en Turquía. "Las ventanas saltaron por los aires y de repente me encontré en mitad de una espesa humareda. Se produjo el pánico y la gente intentaba salir a oscuras", prosiguió.

La sinagoga de Neve Shalom, la más grande de Estambul, ya fue objeto de un atentado cometido por palestinos en 1986, que causó 22 muertos, además de los dos terroristas suicidas. Según Silvio Ovadia, portavoz del gran rabino de Estambul, casi 300 personas se encontraban en el templo en el momento de la explosión. La fachada de la sinagoga se derrumbó ante la violencia de la explosión y la calle presentaba impresionantes destrozos: además del cráter causado por el coche bomba, el atentado rompió los cristales de numerosas viviendas y arrancó de cuajo puertas y ventanas. "Durante 15 minutos estuvimos sumergidos en una nube de polvo", señaló un testigo. "Era como una zona de guerra", dijo un comerciante, Sadettin Gül. Los cuerpos de las víctimas, en algunos casos destrozados, fueron cubiertos por periódicos.

La sinagoga de Beth Israel, a unos cinco kilómetros del templo de Neve Shalom, también sufrió graves daños. En este caso, la policía turca sospecha que se trató de un ataque suicida. Estas dos sinagogas, como todas en Turquía, están protegidas por la policía. Las autoridades turcas no habían informado anoche de cuántos muertos y heridos se habían producido en cada lugar, aunque diversas fuentes indicaron que muchos de los muertos eran personas que pasaban cerca de las sinagogas en el momento de la explosión. La mitad de las víctimas mortales eran judíos. Los otros eran personas que pasaban cerca de las sinagogas. Entre los muertos hay un italiano, Romano Yona, de 57 años.

Las condenas a los atentados llegaron de todo el mundo, desde la Casa Blanca hasta la OTAN, la ONU, la UE, el Vaticano, Egipto, Siria o Pakistán. El presidente del Gobierno español, José María Aznar, transmitió al primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, su "condena más enérgica".

Por otro lado, un centro escolar de confesionalidad judía fue destruido ayer por un incendio en un suburbio de París, sin que se registraran víctimas, informa Joaquín Prieto. El ministro francés del Interior, Nicolas Sarkozy, habló de "connotación antisemita evidente" y confirmó que el fuego había partido simultáneamente de dos sitios opuestos dentro del edificio. El incendio se declaró en una antigua fábrica adquirida por una asociación de judíos ortodoxos para ampliar las instalaciones, en las que trabajan alumnos de entre 11 y 17 años. El presidente, Jacques Chirac, ha convocado para mañana una reunión de ministros dedicada a la lucha contra el antisemitismo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 16 de noviembre de 2003