La Bolsa de Nueva York (NYSE), sumida en un amplio proceso de reforma tras el escándalo protagonizado por el sueldo de su último presidente, Richard Grasso, está estudiando la posibilidad de crear un superfondo para compensar a los inversores que sean víctimas de las conductas fraudulentas de los analistas financieros que operan en Wall Street. La idea la lanzó esta semana el presidente interino de la NYSE, John Reed.
La idea se basa en el modelo que utiliza la Agencia de Protección Medioambiental estadounidense. Ese fondo de compensación estaría dotado, en un principio, con 150 millones de dólares. "Si gestionamos mal el dinero de los inversores debemos estar en condiciones de decirles que se lo devolveremos", afirma Reed. Pero para que esa restitución de la inversión se haga efectiva los especialistas financieros de la Bolsa neoyorquina deberán reconocer que son culpables y aceptar eventuales sanciones por sus conductas.
La idea será presentada esta semana en Washington ante el regulador del mercado de valores, la Security and Exchange Comisión (SEC), que debe dar su aprobación a la creación del fondo. De ser rechazado el plan, Reed advierte de que se producirá un litigio que puede minar aún más la confianza de los inversores hacia a Bolsa de Nueva York, la más importante del mundo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 16 de noviembre de 2003