En 1984 salió a la venta Pacto con el diablo, el estreno discográfico de Ángeles del Infierno. 19 años después, la promoción de un sexto álbum titulado Todos somos ángeles (Warner) ha facilitado que el grupo donostiarra, ahora afincado en Miami (Estados Unidos), regrese a Euskadi. Su cantante, Juan Gallardo (Arén, 1965), presume de realizar un par de giras anuales por América y de vender 60.000 discos al año en España.
Pregunta. ¿Es Todos somos ángeles el disco que querían escuchar?
Respuesta. Por supuesto. Tiene un sonido potente, como acostumbramos, pero actualizado, pensando en el año 2003 y no viviendo del pasado. Aunque nadie inventa nada, porque todo el mundo hace fusiones con los clásicos. Desde que Chuck Berry inventó el rock and roll, el resto es una evolución.
P. ¿Por qué fijaron hace siete años su residencia en Miami?
R. Hombre, no es ninguna cosa extraordinaria, pero nos viene muy bien como centro logístico, ya que estamos a dos horas y media de México, a tres y pico de Colombia. Es como si de Euskadi te vas a vivir a Madrid.
P. Unos heavies como ustedes deben llamar la atención en la meca del sonido latino más comercial.
R. Hoy en día nadie te mira de reojo, ni por encima del hombro. Además, en Miami hay locales de rock and roll a punta de pala, como los hay de salsa y de todo tipo. Aunque todavía nunca hemos tocado allí, donde más lo hacemos es en Nueva York, Chicago, Filadelfia, New Jersey, San Francisco y Los Ángeles.
P. ¿En pequeños recintos?
R. Con aforo de entre 4.000 y 15.000 personas. En locales de la cadena House Of Blues y en anfiteatros, porque las salas pequeñas no son rentables. ¿Crees que sería posible que una banda girase tocando en discos de 500 personas? No te llega ni para un billete de avión.
P. Allí hay más cultura rockera.
R. Sin duda. De hecho, en Estados Unidos los anuncios de la tele te los ponen con rock and roll, mientras aquí te los ponen con sevillanas. En España se margina mucho lo que son las autonomías. ¿A que, a nivel nacional, no escuchas música de Asturias o Aragón? En cambio, el sonido oficial, el folclor nacional, es el flamenco, o una onda así.
P. ¿Es permeable Estados Unidos a la música española, como sucede a la inversa?
R. En absoluto, no conocen a ningún grupo de aquí. No sé ni si sabrán dónde está España.
P. ¿Usted también habría votado a Arnold Schwarzenegger?
R. En la puta vida. Pero allí sucede igual que aquí: al que más sale en la tele es al que más votan. Por otra parte, he escuchado cosas de él que corresponden a un tío sensato, como que va a mirar mucho por las minorías étnicas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 16 de noviembre de 2003