Sólo las formaciones de Convergència i Unió (CiU) y Esquerra Republicana (ERC) han salido movidas en la foto electoral de la circunscripción de Girona. La primera, bajando y la segunda, subiendo. Lo que uno pierde, lo gana el otro. Este trasvase de voto, que permite a Esquerra pasar de dos a cuatro diputados, se produce ante una relativa estabilidad, como mínimo en el número de diputados, del resto de las formaciones políticas.
CiU, encabezada en Girona por Pere Macias, ha perdido dos de sus nueve diputados, aunque el electorado continúa fiel al voto nacionalista. La plasmación del trasvase de voto entre CiU y ERC queda perfectamente reflejada en la pérdida de porcentaje de la primera formación, en torno al 9% del total. Este mismo porcentaje es el que gana ERC con respecto a las pasadas convocatorias.
Mientras que ERC ha ganado más de 30.000 votos respecto a los pasados comicios, CiU ha perdido unos 19.800.
Las expectativas de superar el único diputado con que contaba el PP no se han cumplido. Por otra parte, el diputado de ICV corresponde al que ya consiguió gracias a la coalición con los socialistas con que concurrió en las pasadas elecciones autonómicas, en 1999. Los cinco diputados que consiguió entonces el PSC, junto a los ecosocialistas, se han quedado ahora en cuatro. Con estos resultados, ERC consigue empatar con el PSC en número de diputados, aunque los socialistas hayan obtenido 5.000 votos más. CiU es la fuerza mayoritaria en casi todos los municipios, seguida del Partit dels Socialistes ( PSC) y ERC. No obstante, en algunas capitales de comarca, como Olot, Ripoll o Santa Coloma de Farners, ERC se ha situado como segunda fuerza política.
Por su parte, el PP no consigue su segundo diputado, a pesar de que su subida porcentual roza el 2%, con unos 5.000 votos más que en las pasadas elecciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 17 de noviembre de 2003