Los militantes de ERC hicieron correr anoche ríos de cava en su sede de Lleida para celebrar el magnífico resultado obtenido en la circunscripción. El avance electoral de la formación republicana, que pasa de uno a tres diputados, no ha sido una sorpesa, sino la confirmación de una tendencia de voto apuntada en las últimas municipales, sobre todo en la capital, donde también triplicó el número de concejales.
Además del éxito republicano, que ha sumado 18.000 votos más que hace cuatro años, otra de las notas destacadas de la jornada electoral ha sido la sangría sufrida por CiU y el PSC, que han perdido un diputado y más de 8.000 sufragios cada uno respecto a las autonómicas de 1999. A pesar del retroceso, la federación nacionalista ha vuelto a mantener una vez más su hegemonía al haber sido la fuerza más votada en el conjunto de las 12 comarcas y en plazas importantes como la ciudad de Lleida.
Con la totalidad de los votos escrutados se confirmaron las previsiones avanzadas por las encuestas: CiU (7), PSC (4) ERC (3), y PP (1), mientras que ICV se queda a las puertas de obtener representación parlamentaria. CiU ha salido mejor parada de lo que esperaban sus dirigentes, que en algún momento llegaron a temer incluso por el séptimo diputado. Unaparte del éxito se debe, sin duda, a la intensa campaña desarrollada en todas las comarcas por su candidato y actual consejero de Agricultura, Josep Grau. Éste se mostró satisfecho anoche por haber mantenido el tipo y haber evitado el trasvase de un mayor número de votos a ERC.
El PSC también ha perdido un diputado, precisamente el que ganó hace cuatro años al concurrir con ICV, que esta vez en solitario ha conseguido casi 9.000 votos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 17 de noviembre de 2003