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III Estudio de Inversión y Empleo en el sector forestal

La Administración autonómica invirtió en el sector forestal 580,4 millones de euros en 2002, 11 millones menos que en 2001, según el III Estudio de Inversión y Empleo en el sector forestal, elaborado por Asemfo. El gasto verde de las 17 CCAA en la protección los bosques representa tan sólo un 2,8% de su inversión total. La Administración central invirtió 240,8 millones (213 millones en 2001).

Los contratos en el sector forestal reflejan un descenso progresivo en los tres últimos años. En 2002, el número de nuevos contratos cayó un 15% durante el 2001. Los contratos forestales representan el 0,28% del total nacional. La inversión alcanza los 15.290 euros por contrato.

En la presentación del III Estudio de Inversión y Empleo en el sector forestal, financiado por la Dirección General de Conservación de la Naturaleza, el presidente de Asemfo, Miguel Ángel Duralde, calificó al sector forestal de "estratégico e infraestructura básica del país". Por eso, la Administración debe entender que "invertir en el medio natural facilita que los bosques desempeñen su función ambiental, económica y social, garantizando así una gestión sostenible".

Ante el secretario general de Medio Ambiente, Juan del Álamo, Duralde dijo que con la escasa inversión forestal autonómica es "muy difícil" que los bosques conserven y mejoren su biodiversidad, incrementen su competitividad y fijen población rural a través de la creación de empleo. Recordó que la actividad forestal privada revitaliza el medio natural, sector económico de gran importancia para generar empleo y evitar el abandono del campo. Afirmó que invertir en bosques "garantiza la calidad de vida de los ciudadanos" y reclamó un "impulso político para reconocer al sector forestal como estratégico y generador de empleo".

Los bosques representan el ecosistema terrestre más importante del mundo y cumplen funciones esenciales para el mantenimiento de la vida, por su biodiversidad, regulación del clima y conservación del agua y suelos. Contribuyen a la subsistencia, seguridad alimentaria, desarrollo y bienestar de las poblaciones. Más de 1.600 millones de personas viven de los bosques. Un tercio de las grandes ciudades depende de bosques protegidos para abastecerse de agua potable. Bosques sanos y bien ordenados son esenciales para el equilibrio del clima y la lucha contra el calentamiento global. Al almacenar carbono en los árboles y el suelo, desempeñan una función clave como depósitos de CO2 para frenar el cambio climático. El Protocolo de Kioto los valora como sumidero de carbono. En España, destaca la importancia de los montes gallegos que almacenan 43.000 toneladas de CO2 (20% del total).

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 18 de noviembre de 2003