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Los Verdes da prioridad al acceso al Gobierno en el pacto con el PSOE

Los ecologistas no demandan puestos de salida en las listas

Socialistas y verdes renovaron ayer su acuerdo electoral y de gobierno para las elecciones autonómicas de 2004. Después de la crisis que provocó el plantón de la diputada Inmaculada Gálvez en el Parlamento, a sabiendas de que su ausencia dejaba en el aire la mayoría del Ejecutivo, Los Verdes aspira más esta vez a gestionar en el Gobierno e influir en las políticas que a figurar en las listas socialistas en puestos de salida.

La actitud de la verde Inmaculada Gálvez, adscrita al grupo socialista y cuyo escaño garantiza la mayoría absoluta del Gobierno, en el debate del estado de la comunidad de junio pasado encendió las luces de alarma. El episodio no tuvo consecuencias prácticas porque el PSOE sacó las resoluciones casi por unanimidad, pero en otras circunstancias -en la votación del presupuesto, por ejemplo- el resultado habría sido dramático.

Los dirigentes socialistas poco proclives a la alianza con Los Verdes vieron en el suceso una razón para no repetirlo o, al menos, formularlo en otros términos. Según fuentes del PSOE, la segunda posibilidad es la posición mayoritaria en ambas fuerzas, ya que Los Verdes no ha planteado ninguna demanda de figurar en puestos de salida en las candidaturas socialistas y aspira más a estar presente en el Ejecutivo y arrancar compromisos de políticas ecologistas. De hecho, en la firma del acuerdo de ayer, tanto la vicesecretaria del PSOE andaluz, Mar Moreno, como el portavoz de Los Verdes, Francisco Garrido, subrayaron que el éxito de la colaboración de esta legislatura ha sido precisamente el avance en las políticas ecologistas que se han puesto en marcha desde el Ejecutivo.

Las mismas fuentes socialistas apuntaron que la inclusión en las listas de su partido suscita siempre más problemas que los puestos en la Administración y los acuerdos programáticos, donde en estos cuatro años no ha habido fricciones. Sobre todo, el PSOE no quiere volver a verse en la tesitura de que la mayoría parlamentaria que sustenta al Gobierno dependa del criterio, aunque sea puntual, de otro partido.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 19 de noviembre de 2003