La UEFA no tomará ninguna medida contra la selección portuguesa sub 21 después de que sus jugadores se negaran a pasar un control antidopaje organizado por el ministerio francés de Deportes.
Los hechos sucedieron la noche del martes en el estadio Gabriel Monpied, de Clermont Ferrand, después de un partido en el que la selección portuguesa, que había perdido 1-2 en la ida, eliminó a la francesa y se clasificó para cuartos de final de la Eurocopa sub 21, al derrotarla en la tanda de penaltis. Al ser convocados de forma inopinada por las autoridades francesas a un control antidopaje, los responsables de la selección portuguesa rechazaron tomar parte alegando que el partido correspondía a una competición europea y que sólo la UEFA era competente para organizar controles antidopaje en esas circunstancias. Después de la negativa lusa, tampoco pasaron control los jugadores franceses designados.
Pese a que las autoridades francesas, que tienen facultad para suspender en su territorio a los jugadores portugueses que se negaron, solicitó ayer a la UEFA que tomara medidas contra la selección lusa, el máximo organismo futbolístico europeo emitió un comunicado en el que apoyaban la posición de Portugal. La UEFA recuerda que los partidos en los que decide organizar sus propios controles son elegidos por sorteo y que el Francia-Portugal había quedado excluido. "La UEFA mantiene su propia política antidopaje y lamenta este incidente, en el que no tiene culpa y que se deriva de la legislación francesa", dice el comunicado.
No es la primera vez que se producen fricciones por la determinación de las autoridades políticas francesas a mantener su propio programa de controles antidopaje incluso en competiciones organizadas por federaciones internacionales. Cada edición del Tour de Francia o los últimos campeonatos del mundo de atletismo necesitan de varios meses de negociación previa para evitar duplicidades de control o castigos. E incluso después de llegar a un acuerdo, las autoridades francesas siempre se reservan la capacidad de interpretar los resultados según sus propias normas e imponer sanciones.
Éste es el caso que vivió el ciclista Igor González de Galdeano, sancionado por seis meses por Francia por un caso del Tour 2002 en el que la Unión Ciclista Internacional (UCI) no vio nada punible.
Vestuarios destrozados
Otró incidente en el encuentró sí que motivará un expediente de la UEFA, que también anunció ayer que investigará a la selección portuguesa después de que destrozaran el vestuario que utilizaron en el estadio de Clermont Ferrand. Después de comprobar el estado en que dejaron la habitación los futbolistas -los falsos techos caídos sobre los bancos, las paredes manchadas con restos de comida estampados y deposiciones, y los suelos llenos de basura-. La federación portuguesa pidió ayer disculpas y se mostró dispuesta a pagar los gastos de reparación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 20 de noviembre de 2003