La Cámara de Representantes estadounidense aprobó el pasado martes un presuesto energético de 32.000 millones de dólares (38.080 millones de euros), que, según los líderes republicanos, ayudará a modernizar el sector y reducir la dependencia de Estados Unidos con respecto al petróleo importado.
Los legisladores aprobaron por 246 a 180 votos el presupuesto que contiene decenas de miles de millones de dólares en recortes impositivos y otros beneficios para las industrias del petróleo, del gas, del carbón y nuclear, entre otras. El proyecto, que pasó ayer miércoles al Senado, sería la mayor reforma a la política energética estadounidense en 10 años si finalmente es aprobado.
El presidente George W. Bush se mostró satisfecho por la aprobación. "Durante los últimos dos años el pasar a una política nacional energética eficiente ha sido una de las prioridades de mi administración y felicito a la Cámara de Representantes por su votación e insto al Senado a actuar expeditivamente", afirmó en una declaración.
Los apagones vividos en distintos estados estadounidenses el verano pasado han sido un acicate claro para emprender estas mejoras en el sector energético que ya mostraba deficiencias, sobre todo en distribución.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 20 de noviembre de 2003