El cementerio parlamentario rebosa, tal y como suele ocurrir cada año por estas fechas. El debate en el pleno del Congreso de la Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2004, junto a la llamada "ley de acompañamiento", ha dejado enterradas más de 2.000 enmiendas de la oposición. Sólo se han aprobado nueve.
El debate, que se inició el lunes, terminó ayer a mediodía. En comisión habían sido presentadas 2.113 enmiendas, de las que la práctica totalidad llegaron al pleno. Pero el PP, con su mayoría absoluta, sólo ha aceptado siete de Coalición Canaria (varias de ellas remendadas por los populares), una de Convergència i Unió y otra transaccionada con el PSOE.
Las enmiendas de CC se refieren, fundamentalmente, a inversiones en el archipiélago canario en el ámbito del transporte. Otras afectan al régimen económico especial de esas islas. El PP aceptó una enmienda de CiU para no elevar la cuantía de las multas a las empresas que infrinjan, de manera grave, la normativa sobre horas extraordinarias. La enmienda pactada con el PSOE afecta al cómputo de trienios de funcionarios que se encuentran en excedencia pero prestan sus servicios en entidades públicas.
La interpretación de este panorama es muy distinta, según la dicte el Gobierno o el principal partido de la oposición. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, aseguraba ayer tras concluir el debate que el Grupo Popular se ha apoyado en otras formaciones para aprobar los Presupuestos, pero lo cierto es que sólo ha contado con el voto favorable de Coalición Canaria. PSOE, IU y el Grupo Mixto han votado en contra, y CiU se ha abstenido en la mayor parte de las votaciones.
Para Montoro, "es normal" que se hayan aceptado pocas enmiendas, en coherencia con el intento de "salvar los principios básicos de los Presupuestos". Se han rechazado la mayoría, explicó, porque "suponían mayor gasto público sin justificarlo" y eran un intento de "desnaturalizar" el equilibrio presupuestario que el Gobierno ha defendido.
Montoro añadió que los Presupuestos "reducen los impuestos a las familias y las pequeñas empresas". La familia fue ayer la institución más invocada para hacer el resumen del debate presupuestario. Antes de que Montoro se pronunciase, el portavoz del Grupo Socialista, Jesús Caldera, repitió en rueda de prensa, con ligeras variantes, que "estos no son los Presupuestos que necesitan la economía y las familias".
Caldera se aplicó en destacar la cicatería del PP a la hora de admitir enmiendas procedentes de la oposición, y puso de relieve que se han rechazado una iniciativa de su grupo que intentaba allegar recursos para un plan de reducción de las listas de espera en la sanidad pública u otra, "por cuantía de tres millones de euros, para poner en marcha la orden de protección a las mujeres maltratadas".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 21 de noviembre de 2003