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Reportaje:GOLPE TERRORISTA EN TURQUÍA | Los testimonios

"Supimos que era una bomba al ver un brazo volando"

Los atentados siembran el pánico en dos distritos de Estambul muy concurridos en el momento de las detonaciones

El estruendo causado por las explosiones frente a un edificio del Hong Kong Shanghai Banking Corporation (HSBC) y al Consulado británico, que causaron la muerte de al menos 27 personas y heridas a más de 450, fue de tal magnitud que muchos pensaron que Estambul estaba siendo sacudida por uno de los seísmos que periódicamente afectan a Turquía. La carnicería causada por los estallidos reveló sólo unos segundos después la verdadera naturaleza del desastre.

"Escuché el estallido y vi una nube amarilla sobre el lado europeo", dijo un testigo

"Vi a cuatro de los otros limpiadores muertos, dos de ellos eran marido y mujer"

"Supimos que se trataba de una bomba cuando un brazo entró volando a través de la ventana", afirmó un doctor en una clínica cercana a la sede del HSBC, situada en el distrito financiero de la ciudad y lugar de la primera de las dos detonaciones.

"Escuché una gran explosión y pensé que era un terremoto", afirmó Adnan Akyildiz, un empleado de limpieza que estaba trabajando en el Consulado en el momento del atentado. "Me tiré por la ventana... la escena era horrorosa, el portal, el Consulado, los edificios, todo estaba demolido. Un auto estaba en llamas", relató Akyildiz. "Entonces busqué a mis amigos y vi a cuatro de los otros limpiadores muertos, dos de ellos eran marido y mujer".

"La reacción inmediata de la gente fue gritar 'terremoto', pero después de unos segundos nos dimos cuenta de que era otra cosa", dijo a la BBC Rakesh Jobanputra.

El caos se apoderó de las zonas afectadas, áreas comerciales que segundos antes de las explosiones estaban repletas de gente.

Cuerpos desmembrados, muchos escondidos entre los numerosos escombros, decenas de personas con sus ropas manchadas de sangre, un denso humo negro y el sonido de las ambulancias que buscaban socorrer a las víctimas configuraron un cuadro caótico, según fue descrito por los testigos.

"Hubo un gran ruido y las ventanas volaron, fue todo muy caótico", resaltó una profesora de inglés que se encontraba en una escuela cercana al Consulado. "La escena es un completo caos, la calle está llena de humo, la gente está corriendo y gritando", relataba la profesora en el momento inmediatamente posterior a la detonación. "Hay civiles llevando a gente fuera de la escena, hay muchos escombros y cuerpos alrededor".

Un diplomático británico, que se encontraba dentro del edificio del Consulado, logró salvar su vida porque fue al baño en el momento en que se produjo el atentado. Mientras sus compañeros se situaron en la parte delantera de la sede consular para ver en la televisión la información sobre la primera explosión, ocurrida minutos antes en el edificio del HSCB, el diplomático se dirigió hacia la parte trasera del complejo, donde se encontraban los baños. En ese momento se produjo la segunda detonación, justo enfrente de la entrada del Consulado. Todos sus compañeros murieron.

El edificio principal del Consulado, una antigua gran mansión diseñada por sir Charles Barry -el arquitecto del Parlamento de Londres-, estaba siendo restaurado, por lo que el cónsul general, Roger Short, estaba instalado en unas oficinas cercanas a la entrada principal del complejo.

"Él estaba ahí cuando todo voló en pedazos", explicó en una entrevista con la CNN el capellán Ian Sherwood. "Sé que cerca de seis personas murieron en esa oficina", afirmó Sherwood. "Personal turco, la asistente del cónsul general y personal de seguridad han muerto".

"La bomba fue tan poderosa que demolió dos edificios de la entrada del Consulado y voló por completo todas las ventanas en casi todas las partes del mismo", subrayó el capellán.

El ministro británico de Asuntos Exteriores, Jack Straw, confirmó que había un número de miembros del Consulado que se encontraban todavía desaparecidos.

Straw viajó ayer a Estambul, donde afirmó que el primer ministro británico, Tony Blair, y el presidente estadounidense, George W. Bush -en visita de Estado en Londres-, le han encargado que ofrezca al pueblo turco las "condolencias y la cólera" de ambos por "esta atrocidad".

La explosión en el Consulado británico, situado en el distrito histórico de calles angostas, dejó frente al portal de entrada un cráter de dos metros de profundidad y unos tres metros de largo.

Una docena de vehículos que se encontraban en las inmediaciones quedaron completamente calcinados, señaló Kemal Karaman, uno de los barrenderos que comenzaron a limpiar de escombros algunas de las zonas afectadas. El área cercana al Consulado, repleta de negocios, bares y restaurantes, quedó devastada.

El ruido de las explosiones fue escuchado en un radio de unos veinte kilómetros, según manifestaron los testigos. "El Consulado británico está a unas doce millas [19,2 kilómetros] de nuestras oficinas, y el hecho de que hayamos escuchado la detonación da una pista de las dimensiones del estallido", subrayó un testigo.

"Trabajo a un kilómetro del edificio del HSBC. Escuchamos la explosión y el suelo bajo nuestros pies tembló", señaló Damla Ozluer. "Se puede ver el humo desde todas partes. La explosión fue escuchada incluso desde la parte asiática de la ciudad", agregó. "Mi oficina está al otro lado del Bósforo, escuché la explosión y entonces vi una nube amarilla sobre el lado europeo de la ciudad", detalló otro testigo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 21 de noviembre de 2003