El cuento de La Cenicienta le ha servido a la fotógrafa británica Joy Gregory para recuperar en imágenes el sueño de la tierra prometida que supone Europa para los habitantes del Caribe. El resultado de esta reflexión irónica sobre la emigración es una serie de fotografías que sitúan los zapatos lujosos de Cenicienta en los escenarios europeos turísticos por excelencia, de la Torre Eiffel a la Alhambra. La exposición, que se inauguró ayer, se presenta hasta el 20 de diciembre en el Archivo del Territorio Histórico de Álava.
Gregory es una fotógrafa comprometida con la realidad y sus orígenes. Ha trabajado sobre las culturas africanas, afroamericanas y caribeñas desde su condición de mujer negra nacida en el Sur de Londres. Los proyectos de Gregory tienen su origen en el trabajo de campo. Una de estas investigaciones le llevó en 1997 al Caribe, concretamente a Cuba, Jamaica, Panamá, Trinidad, Guyana, Haití y Surinam. Allí, al tiempo que sacaba adelante un proyecto sobre esta zona, empezó a sondear a los habitantes de los barrios más deprimidos de estos países.
Sus preguntas giraban alrededor de las ilusiones y sueños de aquellos que habitaban el paraíso deseado por tantos europeos. Y la respuesta más frecuente era viajar a Europa, deseo que los caribeños no pueden cumplir por falta de permisos. Allí surgió Cinderella, "un cuento de hadas de un sueño que nunca se puede realizar", en palabras de la propia autora.
Son "paisajes tópicos", esos lugares en la lista de los más visitados de Europa, en que no faltan los jardines de Versalles, el palacio de Westminster, Venecia o el monumento a los descubridores de Lisboa. Y siempre, como referencia, los zapatos del sueño de La Cenicienta.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 21 de noviembre de 2003