"Hasta hace unos años, los estudios de formación profesional aún se identificaban c
on el fracaso y el desprestigio social", recordó durante el seminario Francesc Colomé, asesor de Educación de la Diputación de Barcelona. Colomé, que manifestó su satisfacción de que estos prejuicios hayan sido por fin enterrados, subrayó, no obstante, que el número de estudiantes de ciclos formativos debe aumentar y alcanzar el nivel de los países de la OCDE. En Cataluña, el 69% de los alumnos que acaban la educación obligatoria optan por seguir ampliando estudios, pero de éstos, sólo el 38% eligen formación profesional, frente al 62% que opta por una formación puramente académica. En los países de la OCDE, en cambio, si el 77% de los jóvenes que acaban los estudios deciden ampliar sus conocimientos, el 51% escoge la formación profesional.
Para Colomé, que recordó "la intensa labor" del Consejo de la Formación Profesional de Barcelona, que ahora cumple 10 años de andadura, aún queda camino por recorrer. "Hay que seguir reforzando los contactos entre el tejido empresarial y el sistema de formación", concluyó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 22 de noviembre de 2003