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RELEVO EN LA FEDERACIÓN DE MUNICIPIOS

Una moción del PP contra el 'plan Ibarretxe' rompe el pacto de unidad entre los alcaldes

El socialista Vázquez preside la FEMP tras ocho años de mandato de la popular Barberá

Nunca soñó el alcalde socialista de A Coruña, Francisco Vázquez, que pudiera ser elegido por ediles nacionalistas y regionalistas nuevo presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). Pero sucedió ayer en la VIII Asamblea de este organismo. El empeño del PP de imponer una declaración contra el plan Ibarretxe rompió la candidatura unitaria que el PSOE había impulsado de madrugada. En ella estaban, además de los socialistas y los populares, IU, CiU, ERC y los regionalistas del Partido Aragonés, el Partido Andalucista y la Chunta Aragonesista. No hubo marcha atrás y la alianza se rompió. Vázquez ganó a Rita Barberá (PP) por 1.704 votos. "No admito lecciones de patriotismo de nadie", manifestó.

Los partidos pidieron al PP que retirara la propuesta, pero Rajoy decidió mantenerla

La historia del fallido pacto que comprometía a los alcaldes de todos los partidos, incluidos los nacionalistas catalanes de CiU y ERC, se remonta al viernes. Ese día por la noche ya se apuntaba que iba a producirse un relevo en la federación municipal, presidida en los últimos ocho años por la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, del PP. Pero lo que además estuvo a punto de convertirse en un acuerdo histórico se frustró.

La asamblea arrancó con olor a cambio. En la composición de la Mesa presidencial, la lista del PSOE, IU e Iniciativa per Catalunya (ICV) tuvo 600 votos más que la formada por el PP y Coalición Canaria. Nacionalistas y regionalistas se abstuvieron. De esta forma se trasladaba a la FEMP el resultado de las elecciones municipales de mayo, donde los socialistas aventajaron a los populares en 200.000 votos.

El sábado, PSOE e IU se dedicaron a negociar con nacionalistas y regionalistas una candidatura presidida por Francisco Vázquez. Los primeros en sumarse fueron el Par y el PA. Ante la evidencia de que la candidatura socialista ya disponía de la mayoría, PP y Coalición Canaria se avinieron a pactar una lista de integración, a la que también se sumaron CiU y ERC. El acuerdo se cerraba en la madrugada del domingo.

A Vázquez le acompañaban en este pacto Rita Barberá, como vicepresidenta primera, y Rosa Aguilar (IU), como vicepresidenta segunda. Y CiU, Par, CC y PA entraban en la ejecutiva.

Paralelamente, el PP introducía otro proceso, una resolución contra el plan Ibarretxe que resultó letal para la candidatura unitaria. Esta iniciativa comenzó el viernes, cuando Barberá, como presidenta en funciones, anunció en el discurso inaugural que presentaría una declaración institucional sobre el 25 aniversario de la Constitución.

El texto que el PP hizo llegar a la Mesa homenajeaba a la Constitución, pero también pedía la retirada del plan soberanista del presidente del Gobierno vasco, el peneuvista Juan José Ibarretxe. La iniciativa fue acogida con tintes de partidista.

En la madrugada del domingo, ya alcanzado el acuerdo sobre la candidatura unitaria, presidida por el alcalde de A Coruña, se volvió a suscitar la cuestión. Todos los partidos pidieron al representante del PP, Juan Carlos Vera, que retirase la declaración en aras de la unidad. Los representantes del PSOE e IU y algunos regionalistas aclararon que estaban de acuerdo con el texto, pero que era preferible sacrificarlo para lograr una candidatura unitaria en la que, por vez primera, se incorporaban los nacionalistas catalanes.

La representación socialista recordó que algunos alcaldes también habían planteado que se presentara una resolución contra la guerra de Irak, y que la habían frenado para no romper la unidad lograda con el PP.

Los nacionalistas y regionalistas habían anunciado que no aceptaban votar una candidatura con el PP si este partido mantenía la resolución política.

Vera se comprometió a consultar con la dirección de su partido. El domingo por la mañana, tras contactar con el secretario general de su partido, Mariano Rajoy, Vera anunció que mantenía la propuesta contra el plan Ibarretxe. No hubo rectificación y el texto se sometió a votación.

El pleno de la asamblea fue testigo entonces de una votación nominal tormentosa, de alcaldes y concejales pronunciándose sobre el plan soberanista. La resolución de los populares perdió por 12.568 votos frente a 14.787 del resto de los partidos. Alcaldes socialistas, nacionalistas y regionalistas aclararon públicamente, mientras votaban, que estaban a favor de la Constitución y contra el plan Ibarretxe, y que lo que rechazaban era "esta resolución" del PP.

La ruptura del consenso implicó la posterior votación de dos listas: la encabezada por Barberá, con el apoyo del PP y Coalición Canaria, y la liderada por Vázquez, con el respaldo del PSOE, CiU, IU, Par, PA y Chunta Aragonesista. Los nacionalistas catalanes de CIU, que inicialmente pensaban abstenerse en esta asamblea, votaron a Vázquez como reacción a la intransigencia del PP.

ERC se abstuvo, aunque sí votó la lista del Consejo Federal.

El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, acusó al PP de "montar un lío" por "no reconocer la victoria socialista en las elecciones municipales" y de "utilizar de forma partidista la Constitución para sus fines perversos". La dirigente del PP Ana Mato responsabilizó al PSOE de la ruptura del acuerdo por "hacer lo que le ha pedido ERC para poder gobernar en Cataluña".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 24 de noviembre de 2003