La ministra española de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, dijo ayer que el presidente guineano, Teodoro Obiang, le transmitió su deseo de que José María Aznar visite este país africano "antes de que abandone la presidencia del Gobierno español". Palacio, que terminó su visita oficial de dos días a Guinea Ecuatorial, se reunió ayer, en Malabo, con el presidente ecuatoguineano. Si Aznar viaja oficialmente a Guinea antes de abandonar su cargo, sería la primera visita de un jefe del Gobierno español a la ex colonia.
Antes de viajar de regreso a España, la ministra dijo que la visita de Aznar sería "la guinda y el broche" de la nueva etapa de diálogo entre los dos países. La ministra expresó, asimismo, la necesidad de "mantener el diálogo [hispano-ecuatoguineano] a todos los niveles".
Al referirse a las próximas elecciones legislativas en Guinea, que se deben celebrar en el primer semestre de 2004, Palacio destacó que esos comicios "tienen una gran importancia" y el Gobierno de España está dispuesto a colaborar "en todo momento y a todos los niveles para que esas elecciones se transformen en un referente en la región". Y abogó por "apoyar siempre" el proceso de reformas emprendido por el régimen de Guinea en los últimos años.
Aznar y Obiang -en el poder desde 1979- se han entrevistado en tres ocasiones desde 1996, una en Roma y dos en España. Tras más de una década sin que un presidente del Gobierno o ministro de Exteriores español viajara a Guinea Ecuatorial, Obiang interpretó esta visita como "el principio de unas relaciones de amistad francas y sinceras", tras un largo periodo que el mandatario africano calificó de "difícil e inexplicable".
El principal líder de la oposición, Plácido Micó, que recientemente estuvo en la cárcel acusado de intentar derrocar a Obiang, trasladó a la ministra una imagen distinta de la realidad del país. Micó reclamó a España que haga valer su cercanía al régimen de Malabo, al que tildó de "dictatorial y corrupto", para garantizar que los comicios sean abiertos a todos los partidos y tengan como testigos a observadores internacionales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 24 de noviembre de 2003