Tarde triunfal, plena de bravura y arte en la lidia de toros de Santa Bárbara. Tres interesantes faenas de Angelino, Ortega y El Fandi en la corrida del domingo pasado en la Monumental Plaza de México.
José Luis Angelino confirmó su doctorado toreando con cadencia y banderilleó con espectacularidad a Napoleón, el noble primero (oreja) que mereció arrastre lento. En el chozo y tardo sexto (división de opiniones) pitado en el arrastre, invitó a banderillear a sus alternantes y todos se lucieron.
Hecho un poste, Rafael Ortega saludó con limpios lances al fiero segundo (dos orejas). Con aciertos, se adornó con los palitroques y en su valiente faena dominó a un enemigo que tenía medio recorrido. Por confiarse, fue zarandeado y arrollado sin consecuencia. En el cuarto (al tercio), pitado en el arrastre, volvió a colocar con precisión los palos. Sereno y decidido, lidió al manso oponente, que terminó desarrollando sentido.
El Fandi emocionó a la concurrencia al banderillear al claro y fijo tercero (vuelta al ruedo) aplaudido en el arrastre. Con el anovillado quinto (silencio), el público no lo tomó en cuenta, por lo que regaló el sobrero (Montecristo). A éste, un astado alegre y boyante, que mereció arrastre lento, le hizo una faena completa (dos orejas). Su muleteo brilló por su acompasamiento.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 25 de noviembre de 2003