Acuso recibo de la carta de doña Curra Ripollés por el mismo medio del que ésta se ha valido para hacerme llegar su petición de audiencia. Aunque nunca antes la había solicitado, personalmente me alegro de que se acepte, por fin, algo tan elemental y razonable como hablar personalmente y no a través de ruedas de prensa, medios de comunicación o grupos políticos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 25 de noviembre de 2003