El solar donde se realizan las obras de ampliación del Ayuntamiento de Elche se encuentra embargado por Suma, la entidad de gestión tributaria de la Diputación de Alicante. Situación intrascendente y que no se explica más que por los requiebros de una burocracia que muchas veces llega a destiempo.
Suma remitió el 4 de noviembre una "diligencia de embargo" a nombre de Concepción S. V., una mujer fallecida hace más de 20 años. La oficina tributaria reclama una deuda total de 286,99 euros en concepto de Impuesto de Bienes Inmueble (IBI) por una vivienda de la calle de Alfonso XII, que nunca fue abonada. Unos 40 euros corresponden al recargo por impago, 37,54 son intereses y 4,80 euros en concepto de costas. El impago de estas cantidades es lo que incita a Suma a "declarar embargados los inmuebles pertenecientes al deudor", según reza en la carta.
Los herederos de Concepción explican que esta vivienda fue vendida a la Caja de Ahorros Provincial de Alicante poco después del fallecimiento de la hermana de la propietaria, hace más de 15 años. "La intención de la caja", explica José Torres, nieto de la propietaria inicial de la vivienda, "era construir una oficina en este solar, pero al final lo vendió al Ayuntamiento".
La familia de Torres no ha parado de recibir notificaciones a pesar de que en todos los casos ha acudido a las oficinas de Suma y del Ayuntamiento a explicar esta situación. Siempre le atendieron, pero nunca corrigieron el error. Prueba de ello es la carta final de embargo, que la familia toma con humor. Torres está tranquilo. La operación de venta se realizó con garantías y recogida en el registro, por tanto Suma no puede cobrar IBI por la naturaleza pública de la instalación.
En el solar donde se levantaba la casa de Concepción hace más de 20 años, frente a la Plaça de la Fruita, el Ayuntamiento construye su ampliación. La obra dotará al consistorio de 574 metros cuadrados más para oficinas. El presupuesto de la obra es de 962.196 euros. Esta estructura estará conectada con el viejo edificio por la primera planta.
Torres, ya jubilado, bromea: "Ya se aclararán. Vaya, que si no, parte del Ayuntamiento puede que sea mío".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 26 de noviembre de 2003