Con absolutamente todo a su favor, el cuarteto británico Travis ofreció una hermosa e intensa velada a la multitud de incondicionales que se apiñaban en el recinto para disfrutar de las canciones de los últimos triunfadores del brit-pop. Ante ellos Travis desplegó su magia emocional, derramada en un puñado de composiciones que contienen las esencias del pop de siempre, aunque con el reloj puesto al día en 2003.
Francis Healy, ataviado con un traje blanco y una bohemia boina marrón, ejerció de front-man con su voz fascinante y su capacidad de transmitir emociones. Así, Francis agradeció al público los mensajes de apoyo que recibió el batería Neil Primrose tras el accidente que casi le cuesta la vida; cantó Flowers in the window al borde del escenario y sin amplificación y se despachó a gusto dedicando Peace the fuck out al, según él, 1% de la especie humana que atesora dinero y poder y que es capaz de meter en una guerra al resto de sus congéneres. Pero, por encima de la personalidad del grupo, se elevó la calidad de unas canciones: Sing, Love will come through o Side, y con ellas prepararon el terreno a los temas, más convencionales, de su último disco, 12 Memories. Triunfo total, pues, de la magia emocional de Travis.
Travis
Francis Healy (voz y guitarra), Andy Dunlop (guitarra y banjo), Neil Primrose (batería) y Dougie Payne (bajo y coros). Sala La Riviera. 33 euros. Madrid, lunes 24 de noviembre.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 26 de noviembre de 2003