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EE UU detiene a la esposa y a una hija del jefe de la resistencia iraquí

Ataque sin víctimas contra la Embajada de Italia en Bagdad

La esposa y una hija de Izzat Ibrahim al Douri, ex mano derecha de Sadam Husein a quien los servicios secretos de EE UU consideran el cerebro de la resistencia iraquí, fueron arrestadas el martes en Samarra, cien kilómetros al norte de Bagdad. El coronel William MacDonald, de la 4ª División de Infantería, explicó ayer que fuerzas especiales asaltaron el edificio donde estaban las dos mujeres y la hija del médico personal de Al Douri.

El coronel McDonald no reveló la identidad de las tres detenidas -se cree que Al Douri tiene más de una esposa- ni tampoco los cargos que se les imputan, y se limitó a decir que han sido arrestadas para interrogarlas. Washington ha ofrecido una recompensa de 10 millones de dólares por cualquier información que conduzca a la captura de Al Douri, que figura con la K de tréboles en la baraja de los líderes iraquíes más buscados distribuida por el Pentágono.

Nacido hace 61 años en Tikrit, como el propio Sadam, Al Douri era vicepresidente del Consejo del Mando de la Revolución (CMR), máximo órgano de poder del régimen. En 1968, participó en el golpe de Estado que llevó al poder al partido Baaz. Veinte años después, intervino en la represión del levantamiento de los kurdos, contra quienes se utilizaron armas químicas. Tras la guerra del Golfo, en 1991, supervisó los tribunales que mandaron al patíbulo a miles de chiíes. Representó a Sadam en varias cumbres de la Liga Árabe y estableció sólidos contactos con grupos fundamentalistas islámicos que, según los servicios de inteligencia de EE UU, habría aprovechado ahora para servir de nexo entre la resistencia iraquí y grupos terroristas en la órbita de Al Qaeda. Se asegura que padece cáncer desde hace años, pero este dato nunca se ha podido confirmar.

La detención de los familiares de Al Douri coincidió con la visita a Irak del ministro de Asuntos Exteriores británico, Jack Straw. Pese a que los responsables de la Administración Provisional de la Coalición (CPA) se esfuerzan por transmitir la idea de que la inseguridad está remitiendo, las circunstancias del viaje evidencian lo contrario. Rodeado por el secreto, Straw llegó a la capital el martes por la noche, procedente de Basora, donde está el cuartel general de los 9.800 soldados británicos desplegados en el sur del país. En Bagdad se reunió con el jefe de las fuerzas de EE UU, el teniente general Ricardo Sánchez, y varios miembros del Consejo de Gobierno iraquí. El martes por la noche fue atacado con cohetes el complejo fortificado donde se encuentran las sedes de la CPA. Straw se mostró convencido de que la aceleración del proceso de recuperación de la soberanía por los iraquíes ayudará a mejorar la seguridad. Aunque entonces no se advirtió de ello, ayer dijo que "un conflicto de baja intensidad" como el actual estaba ya previsto desde antes de la guerra. Horas después de este discurso la Embajada de Italia en la capital iraquí resultó atacada con al menos un proyectil de mortero o un cohete según informaron fuentes oficiales italianas, quienes confirmaron que no se habían producido víctimas aunque si importantes daños materiales. El proyectil explotó contra el segundo piso del edificio, donde se encuentra situada la cancillería.

Por otra parte, cinco personas murieron ayer cerca de Mosul en enfrentamientos entre soldados estadounidenses y miembros de la resistencia iraquí. Sin embargo, uno de los fallecidos es un niño de doce años. Los hechos se produjeron cuando un convoy militar sufrió una emboscada.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 27 de noviembre de 2003