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COLUMNA

La Copa

Valencia está de enhorabuena. Hay que celebrarlo. En el 2007 será la sede de la Copa del América. Esto supone que habrá que prepararse para el evento. Los beneficios económicos dicen que serán cuantiosos. También serán cuantiosas las inversiones a realizar: en el puerto marítimo y en el puerto aéreo. Y en el tan soñado y esperado AVE. Y también en la ciudad. Barcelona supo aprovechar los Juegos Olímpicos para remodelar y embellecer determinadas zonas de la ciudad. Lo mismo hizo Sevilla, cuando la Exposición. Ahora le toca a Valencia. Y hay que aprovechar la ocasión para diseñar proyectos de reformas y obras nuevas que sirvan, no sólo para el mejor éxito del acontecimiento deportivo sino, también, para el mejor futuro de la capital del País Valenciano, del cap i casal. Con toda seguridad que los responsables de llevar a cabo los proyectos lo habrán tenido bien en cuenta. Valencia necesitaba un revulsivo como el que va a suponer la Copa del América para salir al escenario internacional. Esto sí que "imprime carácter" para poder codearse con las grandes capitales y ciudades del mundo, para darse a conocer en todos los continentes, y no los boleros del Julito Iglesias. Estamos, pues, de enhorabuena. Y que sea para bien. Hay que felicitar, por tanto, a la alcaldesa, Rita Barberá, y a todo el consistorio por ella presidido por haber sabido llevar a cabo, con empeño, los trabajos que han conducido a este final feliz. Pero también hay que felicitar -y uno, desde aquí, quiere hacerlo muy efusivamente- al presidente del Club Náutico, el buen amigo Manuel Casanova, impulsor de la idea de ofrecer Valencia como sede de esta prueba. A Manuel Casanova y a toda la Junta Directiva. Por cierto, que el vicepresidente segundo, Emilio Cervelló -compañero renegón de chamelo en El Perelló- ha hecho estas declaraciones muy puestas en razón: "En un día como hoy se habla de mucha gente pero no se ha hablado de los directivos que hemos trabajado en silencio. Los políticos tienen su sitio y los deportistas el suyo. El Club Náutico está esperando el trabajo". Felicidades, pues, y a ver si con esto nos llega el AVE de una vez.

Que así sea.

fburguera@inves.es

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de noviembre de 2003