El espíritu de Gran Wyoming sobrevoló la gala del 50º aniversario de los Premios Ondas, que se celebró anoche en Barcelona. En realidad, no fue el suyo propiamente sino el del personaje que representó, una especie de rey catódico, creador de todos los seres que han hecho posible la radio y la televisión durante el último medio siglo. Sus intervenciones, cargadas del incisivo humor que le caracteriza, salpicaron la ceremonia, junto a las actuaciones musicales en directo.
Alejandro Sanz, ganador de dos Ondas en esta edición, fue el primero en actuar. Le fueron siguiendo en cada uno de los bloques -radio, televisión, cine y música- la francesa Natasha St. Pierre, Antonio Orozco y Malú, La Oreja de Van Gogh y Bebo Valdés y Diego El Cigala. El broche de oro musical lo pusieron dos grandes del pop-rock, Sting y Phil Collins.
La gala se celebró en un Barcelona Teatre Musical atestado de público y reunió a personalidades de la cultura, los medios, la empresa y la política. En la primera fila, junto a los anfitriones de los Ondas -Javier Godó, Jesús de Polanco y Juan Luis Cebrián- se sentaron el alcalde, Joan Clos, y los tres cabeza de lista de las formaciones que lograron más escaños en las elecciones autonómicas: Artur Mas (CiU), Pasqual Maragall (PSC) y Josep-Lluís Carod (ERC).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de noviembre de 2003