Al César lo que es del César. Hace unos días se publicaba una carta en su periódico escrita por el que suscribe, donde se denunciaba un hecho real con relación a las Ofertas Públicas de Empleo encubiertas para consolidar a la totalidad de interinos de la Junta, titulada Pasteleo en la Junta. Y como lo cortés no quita lo valiente, si en la carta anterior no quedó claro mi único mensaje, que no era otro que la forma alevosa con que la Administración engaña al ciudadano al venderle empleo público que realmente no se produce, para que no quede duda alguna de mi opinión sobre el interino de la Junta y de todos los demás, opinión formada tras muchas luchas estériles, las cuales hago mías, nadie más que el interino es el perjudicado máximo de esta política bananera de la Administración socialista, mujeres y hombres dedicados toda una vida a la Administración, que han perdido el rumbo de la competitividad en el exterior, compañeros que han sido alimentados con migajas, día a día, migajas más propias de la limosna que del derecho que les asiste. Yo tengo claro, muy claro, cuáles son las prioridades en la consecución de las Ofertas Públicas de Empleo, primero, estabilizar al trabajador precario y, en paralelo, crear empleo directo y real, y segundo mejorar las condiciones de trabajo por medio de la promoción y el traslado. Escribo estas líneas por dos motivos, uno, porque creo firmemente en ello, y dos y principal, porque si algún compañero y amigo se haya podido sentir dolido.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 29 de noviembre de 2003