El fotógrafo Deghati Reza (Irán, 1952) ha dedicado 25 años al reportaje fotográfico de todo tipo de conflictos mostrando una especial sensibilidad y una incansable voluntad de intervenir activamente en la mejora de las condiciones sociales y económicas de los protagonistas de sus imágenes. Reza, que el pasado jueves recibió en Girona el premio que otorga la asociación Liber Press, rechaza la exhibición fotográfica de la violencia directa.
"No me gusta mostrar la violencia explícita y cruda de los heridos y los muertos. Prefiero la violencia espiritual", explica Reza. Las imágenes de la exposición Afganistán, 20 años haciéndose, que puede visitarse hasta mañana en los Banys Àrabs de Girona, testimonia la voluntad de construir imágenes simbólicas en lugar de hurgar en la sangre y el dolor. Reza, nacionalizado francés y con residencia en París, publica habitualmente en la revista National Geographic y actualmente trabaja en un proyecto para el Unicef sobre la situación de los niños en el mundo.
El reportero, que mantuvo una buena amistad con Ahmed Massud, el líder de la resistencia afgana fallecido en atentado, reconoce que en sus trabajos sobre Afganistán siempre tomó partido por quienes luchaban para librarse de la opresión. "Massud era un hombre de una gran calidad y su actuación quedará para la historia", explica.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 29 de noviembre de 2003