Tropas estadounidenses mataron ayer a 46 iraquíes en una operación llevada a cabo en Samara, pocos kilómetros al sur de Tikrit, ciudad natal de Sadam Husein, contra milicianos fedayin, según fuentes militares de EE UU. La operación se produjo en respuesta a un intento de los fedayin de tender dos emboscadas a fuerzas de EE UU. Muchos de los iraquíes muertos vestían uniformes de los fedayin, una de las milicias fieles al derrocado presidente iraquí, según aseguró el teniente coronel William McDonald, miembro de la IV División de Infantería, que participó en el combate.
Las fuentes citadas por medios estadounidenses aseguraron que otros 18 iraquíes y cinco militares norteamericanos resultaron heridos en los enfrentamientos de Samara. McDonald informó de que los iraquíes trataron de emboscar a dos convoyes de suministros que se disponían a entrar en Samara con la detonación de varias bombas colocadas en los márgenes de la carretera, granadas de asalto, morteros y armas ligeras.
El pasado mes de noviembre -con más de un centenar de militares de EE UU, Italia y España muertos- ha sido el más sangriento para las fuerzas de ocupación desde que el presidente de EE UU, George W. Bush, declarara el fin de las operaciones de guerra en Irak, el pasado 1 de mayo. Pero los insurgentes parecen empeñados en causar bajas también entre los empleados civiles de empresas de diversos países que participan en la reconstrucción del país. Dos contratistas surcoreanos, uno colombiano y dos diplomáticos japoneses han muerto en ataques en las últimas horas en Samara, Balad y Tikrit, al norte de Bagdad.
Los ataques de la resistencia de ayer y de la víspera se produjeron en el denominado triángulo suní -delimitado por las ciudades de Bagdad, Tikrit y Ramadi-, la zona en la que se ha concentrado el mayor número de atentados contra las tropas de la Coalición anglo-estadounidense. Pero la novedad reside en que los últimos atentados se han cebado con personal civil de empresas de varios países que participan en diferentes proyectos en el país árabe.
Durante noviembre han perdido la vida en Irak 68 estadounidenses, 19 italianos -17 de ellos militares-, un soldado británico y otro polaco, los dos diplomáticos japoneses, dos contratistas de Corea y el ciudadano colombiano. Los dos funcionarios japoneses, las primeras víctimas de esta nacionalidad, fallecieron el sábado por la noche en Tikrit, feudo del ex dictador depuesto Sadam Husein.
El reguero de muertes creció tras el ataque que sufrió el sábado por la noche un contratista civil colombiano en Balad, unos cincuenta kilómetros al norte de la capital iraquí.
Los fallecidos de Corea del Sur en Samara, que también son las primeras bajas mortales de este país, eran empleados de una empresa eléctrica que trabajaban en un proyecto de cableado en Tikrit.
El Gobierno de EE UU considera que la seguridad no ha ido a peor en Irak en las últimas semanas. Y ello a pesar de que noviembre ha sido el peor mes también para las tropas norteamericanas en el país árabe desde que en febrero de 1991 -la primera guerra del Golfo estalló el 17 de enero de ese año- perdieran la vida 162 militares.
El jefe de las tropas norteamericanas en Irak, Ricardo Sánchez, admitió el sábado que el número de bajas en noviembre es alta, pero aseguró que los ataques de la resistencia se han reducido en ese mismo mes en un 30%.
En cualquier caso, la tendencia descendente se ha quebrado con el sangriento noviembre. Según el Departamento de Defensa de EE UU, en julio fallecieron 46 soldados; en agosto, 35; en septiembre, 31, y en octubre murieron 42 uniformados. El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, relativizó el sábado las cifras de bajas que sufren los militares en Irak comparándolas con las registradas en la II Guerra Mundial, en la guerra de Corea y en la de Vietnam.
Pese al asesinato de los dos diplomáticos, el primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, dijo ayer que mantenía su decisión de enviar tropas a Irak. "Japón no debe rendirse ante los terroristas. Cumpliremos con nuestras responsabilidades de ayuda y reconstrucción, no hay cambio".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 1 de diciembre de 2003