El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, que emprendió el martes un viaje a Oriente Próximo en el que visitará Síria, Líbano, Emiratos Árabes, Egipto y Libia, antes de salir fue perentorio: "Las mujeres, que se compren todas velos". Y así, desde su esposa, Marisa, a las del pelotón de ministros que le acompañan, pasando por las de los numerosos empresarios que le van a seguir en el viaje, tuvieron que ir corriendo, cuando ya habían acabado de hacer la maleta, a comprarse velos y tules para poder cubrirse la cabeza cuando tengan que visitar las mezquitas o en aquellas ocasiones que lo exija el protocolo de aquellos países. Lula, que en Madrid rechazó el traje de gala en la recepcción oficial en la Casa Real, ha querido que en Oriente Próximo, en el mundo musulmán, todos se adapten a las costumbres del país. Lula piensa que, mientras en Europa una cierta desinhibición puede crear una buena imagen de inconformista, en los países árabes, sin embargo, sería contraproducente. Y así, mujeres y hombres han ido bien pertrechados. Y es que el viaje busca nuevos mercados para Brasil, y, para conquistarlos, simpatía y respeto, hasta religioso, son siempre poco y bien valen un velo más o menos.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 3 de diciembre de 2003