Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
OPINIÓN DEL LECTOR

Déficit democrático en Bedmar

El Partido Popular de Bedmar y Garcíez quiere poner en conocimiento de la opinión pública las formas de actuación que tienen los gobernantes socialistas de nuestro Ayuntamiento, con el alcalde, Rafael García, al frente, que se han propuesto la anulación de toda oposición que les surja, con prácticamente la mitad de la población apostando por otra alternativa de gobierno: 1.054 vostos al PP, 1.057 al PSOE.

El PSOE ha decidido poner todo su empeño en desacreditar cualquier discrepancia sin importarles los medios.

A los plenos asiste el delegado de la Junta de Andalucía, Francisco Reyes. Algunos han advertido la realización de gestos por parte del delegado que coinciden con decisiones del alcalde para poner fin a un debate que no les interesa.

Hay falta de respeto por parte de concejales socialistas que llevan sus móviles encendidos a la sesión, recibiendo llamadas perturbadoras, sobre todo el portavoz socialista Ildefonso Ruiz. Tal vez para recibir instrucciones precisas del delegado que abandona el pleno momentos antes.

Se han creado comisiones informativas excluyendo la participación de los concejales del Partido Popular. Al pedir dos de ellos, Pedro Medina y José Manuel Vega, explicaciones, la respuesta del alcalde ha sido que en esas comisiones entran quienes a ellos (los del PSOE) les da la gana, para eso tienen mayoría absoluta.

Si gobernar es despreciar la buena voluntad de una oposición que lo único que pretende es colaborar en el gobierno municipal con lo positivo de su programa, seguimos en la misma dictadura de siempre, dirigida por los mismos dictadores, sin otra alternativa que la de ir, por sistema, contra una formación política, el Partido Popular, que les hizo temblar cuando el 25 de mayo se vieron a las puertas de perder su poder. Pero, desde el grupo popular municipal, les decimos que no nos van a cansar, que no tenemos prisa y que, de una forma u otra, esta situación ha de acabar, porque no hay mal ni bien que 100 años dure.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 3 de diciembre de 2003