La jornada de luto oficial celebrada ayer en toda España con motivo del asesinato, el pasado sábado en Irak, de siete agentes del Cuerpo Nacional de Inteligencia español tuvo su reflejo en la Comunidad Valenciana con la suspensión de actos oficiales y con concentraciones ante las principales instituciones para guardar cinco minutos de silencio. Como la de la imagen, celebrada ante la sede de la Consejería de Sanidad en Valencia, a la que tenía que haber asistido el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, quien finalmente no acudió porque asistió en Madrid al funeral. Las banderas ondearon a media asta en los centros oficiales. Pero el duelo fue incompleto, al menos en Castellón, donde la Generalitat no invitó a los políticos de la oposición a sumarse a los actos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 3 de diciembre de 2003