Somos un grupo de mujeres de L'Eliana que cogemos el metro todas las mañanas para ir a nuestro trabajo en Valencia. Queremos hacer constar nuestro descontento con la línea de tren de Llíria y con la política de inversiones en transporte que hace la Generalitat.
Estamos indignadas, pero sobre todo cansadas de retrasos y averías. Las condiciones son precarias en los trenes más viejos: ruido, malos olores, suciedad, falta de aire acondicionado en verano, tener que viajar de pie por falta de asientos, etc. Hemos puesto muchas reclamaciones porque nos dicen los jefes de estación que es lo que debemos hacer, pero no se nos hace caso.
Somos ciudadanas que usamos el transporte público para acudir a nuestros centros de trabajo y estamos orgullosas de hacerlo, pero queremos que se invierta en la línea de Llíria para que se modernice.
Es una paradoja que para poder llegar a la ciudad emblemática de los edificios monumentales de Calatrava, o de Foster, y futura sede de la Copa del América se haga uso todavía de un transporte público tercermundista.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 3 de diciembre de 2003