FERNANDO MARTÍN,
Dos conciertos en Madrid y en Barcelona, que registraron una gran afluencia de público, sirvieron para presentar en España a Bandabardó, banda italiana de gustos francófonos, que responde a la llamada mestiza y combativa del profeta Manu Chao.
El 8 marzo de 1993, Bandabardó veía la luz como resultado de las iniciativas de cinco músicos movidos por el sentido de fiesta en directo y el contacto directo con el público. Ahora aparece un recopilatorio de los siete discos que han hecho. Son rebeldes y su voluntad de no callarse la verdad también les ha proporcionado inconvenientes: "Hay muchas regiones en Italia en las que no podemos sonar, porque allí la gente tiene miedo a decir lo que realmente piensa y tiene miedo de que le podamos decir a un joven de 17 o 18 años que es posible otro estilo de vida. Aunque no se vaya a la Universidad, no se sea rico ni se tenga uno de esos trabajos que la gente considera normal, también se puede ser feliz en la propia independencia, creando tu propio trabajo y defendiéndolo 24 horas al día".
Su recopilatorio, Bandabardó, muestra a un grupo difícil de etiquetar: "Aspiramos a ser una suma de culturas, que son todo lo que hemos estudiado u oído en nuestra vida. Eso es lo nos identifica y no un estilo musical concreto", declaran. "Música callejera, polka, folk, rock, baladas...; todo eso nos gusta y dudo que seamos capaces de encontrar una sola palabra para englobarlo todo". Sin embargo, y a diferencia de otras bandas del mismo espectro, y del mismo Chao, la música de Bandabardó suma el componente italiano: "Somos gente muy romántica, muy atenta a la melodía y al bel canto. Construimos las canciones alrededor de una voz que va contando una historia", afirman.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 3 de diciembre de 2003