Mario tiene ocho años y nació en Colombia. Desde muy pequeño manifestó unas dotes especiales con el balón y es un entusiasta de todo lo que tiene que ver con el fútbol.
En el patio del cole Mario es el rey, todos los demás niños le admiran y quieren ser sus amigos. Él dribla, regatea y chuta como nadie... se siente bien.
Hoy los del polideportivo municipal han venido a buscar chavales para los equipos que disputarán la liga de la provincia. Manolo, el entrenador, había oído hablar de Mario y apunta su nombre en la lista; por la tarde se harán los equipos por edades y niveles.
Mario llega al poli a las cuatro en punto vestido con el equipo del Real Madrid. Cuando llega su turno, el directivo de la federación le pide "sus papeles". Él ya había oído a sus padres hablar de esos papeles... su familia no los tiene todavía... pero él va al cole sin problemas, y le encanta ir.
El tipo de la directiva le dice que no: sin papeles no puede federarse.
Mario no podrá entrenar con sus compañeros. Mario no jugará en la liga. ¿Puede alguien explicárselo?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 3 de diciembre de 2003