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CARTAS AL DIRECTOR

Homenaje a los represaliados

El día 1 de diciembre se celebró en el Congreso de los Diputados un homenaje a los represaliados

del franquismo, un homenaje a todos aquellos que durante la Guerra Civil española, y durante la larga dictadura que siguió después, sufrieron las consecuencias de haber pensado de otra forma, y creer que se podía y se debía vivir de otra forma.

Yo tengo amigos que se encuentran entre estas personas, que fueron encarcelados injustamente, que perdieron años de su vida por el simple hecho de pensar diferente, que fueron repudiados al llegar a casa por muchos por el simple hecho de pensar diferente, y todo ello debido a una política de represión que no permitía que nadie le plantara cara.

Y estas personas viven, y aunque lo que se les ha arrebatado ya no lo pueden recuperar, han seguido adelante, muchas de ellas siguiendo luchando por lo que creían justo, y teniendo que enfrentarse al olvido y al silencio de una transición que les pidió que se callaran, y que perdonaran. Ellos han perdonado, puede que otros aún no les hayan perdonado a ellos.

Otros como las personas del PP, cuyos representantes han sido capaces de rehusar comparecer a este homenaje (tardío), y además se han atrevido a calificarlo como un regreso al pasado, como un homenaje con olor a naftalina.

Estas personas no huelen a naftalina, estas personas están aquí, y han luchado por lo que hoy tenemos (o teníamos), y se les debe mucho, mucho más que un homenaje, pero al menos eso.

Y negárselo es negar su existencia y todo por lo que han pasado, y eso es algo que no podemos permitir.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 3 de diciembre de 2003