Las pautas del ocio también han cambiado en 25 años. En 1975, el 79% de las viviendas tenían televisor. Ahora dispone de él el 99,5%. En cambio, las salas de cine (4.430 en 1978) se han reducido a 2.473 y los espectadores han bajado de 220 a 143 millones.
Las emisoras de televisión han pasado de dos a 25 y las de radio han subido de 271 a 1.964. La producción de libros se ha triplicado: 19.642 títulos en 1978 y 57.174 el año pasado. Sin embargo, se han reducido las tiradas medias, de forma que el número de ejemplares anuales sólo ha crecido un 17%. En el caso de los periódicos se ha reducido el número de cabeceras (de 167 a 95) y han disminuido los ejemplares.
También ha aumentado el parque automovilístico. En 1975, el 33,5% de los hogares tenía coche. Ahora disponen de él casi el 80% de las familias.
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En el terreno de los electrodomésticos destaca, por ejemplo, el auge de los lavavajillas. En 1975 sólo disponía de esta máquina el 2,6% de los hogares. Ahora está presente en el 25,8% de los domicilios familiares.
Los gastos en comunicaciones, sobre todo por la generalización del teléfono y la irrupción de los móviles, han aumentado en términos reales un 510% entre 1974 y 2001. El gasto en bienes y servicios de ocio y cultura ha aumentado un 100,7% también en términos reales, según el volumen del Instituto Nacional de Estadística.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 3 de diciembre de 2003