La evolución de la vivienda en los últimos 25 años ha sido "espectacular", según el estudio del INE. Sin embargo, no todo ha sido positivo. Se ponen como ejemplos "la carencia de viviendas en alquiler, sobre todo las de tipo social, y el desorbitado precio que están alcanzando las viviendas". Su coste actual "genera un notable endeudamiento de las generaciones en edad de emancipación". Además, coadyuva al retraso de los matrimonios, lo que a su vez tiene un efecto negativo sobre la fecundidad.
En 1975, un 63,8% de las familias tenía su casa en propiedad. Ahora son el 84,6%. En ese periodo, las viviendas en alquiler han pasado del 28,8% al 9,5%. Las viviendas secundarias (de vacaciones o fin de semana) han tenido un fuerte auge: dispone de ellas el 17,5% de las familias, frente al el 7,4% en 1975. Por otra parte, ha mejorado el tamaño de las viviendas. Ahora dos de cada diez superan los 110 metros cuadrados, el doble que en 1975. En el periodo estudiado se han producido cambios en la estructura del gasto de las familias. Ha aumentado el de vivienda y disminuido el porcentaje que las familias dedican a la cesta de la compra, especialmente en productos como el pan. "A medida que aumenta la renta disminuye el peso relativo de los bienes de primera necesidad", recuerda el INE. Al tiempo, aumenta el gasto en transportes, ocio o comunicaciones.
Mañana continuará la publicación sobre el cambio social de los últimos 25 años.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 3 de diciembre de 2003