El Hospital de Santiago de Úbeda (Jaén) acoge hasta mediados de diciembre más de 50 obras de Antonio Begíjar (Begíjar, Jaén, 1938-Nador, Marruecos, 2002), uno de los principales retratistas del pasado siglo.
Por primera vez, junto al legado familiar, se muestran obras procedentes de colecciones privadas como El entierro de Franco, de complicados simbolismos, o el retrato de don Juan Carlos.
La exposición se presenta como una oportunidad para conocer una completa panorámica de la obra de un pintor que continúa en la línea de la tradición española de la pintura clásica figurativa.
Junto a retratos de folclóricas gitanas como Lola Flores o Carmen Amaya, también destaca un bloque pictórico sobre la libertad, la guerra y la paz.
De su última etapa en Marruecos se pueden ver lienzos repletos de luz, "que apuestan por la vida", a pesar de la gravedad de su enfermedad, señaló Pedro Molina, comisario de la exposición.
Otras secciones de la colección recogen obras de temática religiosa, mitológica y una serie que hizo sobre el cuerpo y el desnudo. Además, también destacan los retratos de animales, sobre todo, los dedicados a su galga, Diana.
Según dijo Pedro Molina, el trabajo del pintor jiennense "abre un camino para los pintores del siglo XXI por la concepción de la técnica, el color y la luz" que caracteriza la obra del autor jiennense, que tuvo como musa a Natalia Castro, el rostro de los antiguos billetes de 100 pesetas.
La muestra, patrocinada por el Ayuntamiento de Úbeda y Caja Granada, conmemora el primer aniversario de la muerte de un pintor cuya obra deja entrever su compromiso con la justicia y los más desfavorecidos socialmente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 4 de diciembre de 2003