El euro marcó ayer su cuarto máximo consecutivo y llegó a cotizar a 1,2131 dólares, con lo que la divisa europea ha ganado el 15,3% en el año. Unas subidas propiciadas por la desconfianza, que se refleja en los mercados de futuros, donde nunca hubo tantas posiciones contra la moneda estadounidense. Esta subida del euro no impidió que el español Ibex 35 y las bolsas de París y Francfort marcasen récords anuales.
Cuatro días lleva el dólar perdiendo posiciones frente al euro, en los que se ha dejado el 1,70% de su valor, que en el cómputo anual supone una depreciación del 15,3%. Ayer la divisa europea llegó a cotizarse a 1,2131 dólares, aunque el Banco Central Europeo (BCE) marcó a primera hora de la tarde un cambio oficial de 1,2102 dólares.
El déficit por cuenta corriente de Estados Unidos, que ronda el 5% y se mantendrá en 2004 tras la política expansiva de gasto y la reducción de impuestos aplicada por Washington, es el detonante de la debilidad del dólar. El euro, simplemente, se beneficia de esta debilidad como convidado de piedra, ya que ni las noticias de sus economías ni la marcha del Pacto de Estabilidad explican su fortaleza.
Daniel Argumedo, analista de Finangentes Gestión, considera que el detonante de la caída del dólar está en las medidas proteccionistas anunciadas por EE UU sobre algunos productos, porque el problema del déficit exterior existía ya desde el inicio del año. Existen dudas sobre la capacidad de EE UU de financiar su déficit público, y eso se aprecia en los mercados de futuros, donde "nunca hubo tantas operaciones abiertas en contra del dólar", explica.
La debilidad de la divisa estadounidense afecta a otras monedas. La libra esterlina alcanzó ayer sus máximos en cinco años frente al dólar. La divisa británica llegó a superar los 1,73 dólares. El yen proseguía por debajo de 109 unidades por dólar.
Los expertos ya empiezan a manejar diversas hipótesis sobre la pérdida de valor del dólar. En septiembre pasado entraron menos capitales para financiar los desajustes de la economía de Estados Unidos. Si persistiese esta tendencia, la Reserva Federal (Fed) se vería obligada a subir los tipos de interés para hacer más atractiva la entrada de flujos financieros. La Fed podría dejar entrever en la reunión del 9 de diciembre esa voluntad de elevar el precio del dinero.
La situación también está complicada para el Banco Central Europeo. La subida del dólar ata de pies y manos a la autoridad monetaria para aplicar políticas expansivas. Por eso, los expertos consideran que podría empezar a intervenir comprando dólares y vendiendo euros.
Las bolsas fueron a contracorriente. El Ibex 35 se apuntó un nuevo máximo anual tras el del pasado lunes, al subir el 0,48%. La Bolsa alemana y la parisina también se apuntaron a los máximos del ejercicio, después de ganar el el 1,74% y el 0,87%. Más tímidas fueron las ganancias en Nueva York, donde el Dow Jones subió un 0,2%.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 4 de diciembre de 2003