¿Eran los capitanes Daoíz y Velarde peligrosos terroristas internacionales? No se me había ocurrido, pero me lo ha preguntado hoy un alumno. A fin de cuentas, desobedecieron las órdenes de sus superiores, políticos y militares, y entregaron armas a los madrileños que se enfrentaban a las tropas amigas de Napoleón en la mañana del 2 de mayo de 1808, como lo recuerda el monumento de la plaza del mismo nombre.
¿Estuvieron los madrileños manipulados o fueron cómplices del terrorismo internacional? Porque el Ejército napoleónico había venido a España a traernos un rey, un Gobierno y una Constitución que nos sacara de nuestro secular oscurantismo, fanatismo habría dicho nuestro presidente, señor Aznar, y nos llevara al selecto club de los países libres. ¿Tendremos que reinterpretar nuestra historia a la luz de los principios esgrimidos y puestos en práctica por el señor Aznar? ¿Tendremos que quitar la placa de la Puerta del Sol, de la fachada del edificio que hoy ocupa la señora Aguirre, y el monolito del paseo del Prado que recuerdan aquellos hechos?
¿Se atreverá doña Esperanza Aguirre a celebrar el próximo 2 de mayo, fiesta de la Comunidad que preside?
El olor a naftalina marearía a los invitados y el acto podría interpretarse como propaganda del terrorismo internacional.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 4 de diciembre de 2003