El Racing es un equipo joven y, por lo tanto, osado, rápido, con destellos brillantísimos, pero también con poco encaje para los golpes y demasiado tembleque cuando los suyos le observan y esperan ser testigos de su calidad. El Sevilla está mejor representado por un veterano con toneladas de oficio, colmillos retorcidos y al que ya se le quería colgar el cartel de prejubilado. El veterano le dio ayer una lección a la joven promesa. De lectura de partido y de estudio de rival. Y aprender, a veces, es así de duro.
Los andaluces se presentaron agazapados, pero la brega de Podestá y Martí le comió, poco a poco, metros a Nafti y Diego Mateo. Baptista se dio cuenta de lo mal que había colocado la barrera Ricardo ante una falta frente al área y le metió gol con pasmosa facilidad.
RACING 0 - SEVILLA 4
Racing: Ricardo; Coromina, Casar, Juanma (Moratón, m. 64), Ayoze; Nafti, Diego Mateo (Javi Guerrero, m. 25); Morán, Benayoun, Regueiro (Jonathan, m. 46); y Bodipo.
Sevilla: Esteban; Redondo, Javi Navarro, Pablo Alfaro, David; Podestá (Víctor, m. 74), Martí; Marcos Vales (Njegus, m. 19), Baptista, Reyes; y Darío Silva (Carlos, m. 86).
Goles: 0-1. M. 12. Baptista, de falta directa.
0-2. M. 21. Darío Silva cruza por bajo.
0-3. M. 45. Baptista aprovecha un robo de balón de Martí y bate a Ricardo.
0-4. M. 46. Reyes, desde el borde del área.
Árbitro: Rodríguez Santiago. Amonestó a Podestá, Casar, Coromina, Njegus, Nafti.
Unos 10.000 espectadores en El Sardinero.
A partir de ahí, el Sevilla se enrocó en la medular y dejó que las líneas racinguistas se separaran cada vez más. En esos espacios descuidados, la calidad física y futbolística de Darío Silva, Reyes y Baptista -un verdadero tragamillas- fraguó el abuso. Los racinguistas no jugaban mal y fallaban goles infallables, mientras que los sevillistas se reencontraban con su estilo y metían uno tras otro con total naturalidad.
El Racing será mayor cuando se porte en casa como en la calle y al Sevilla no hay quien lo retire.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 5 de diciembre de 2003