Larrazabal y Urzaiz pasaron ayer control antidopaje al término del partido contra el Zaragoza. El asunto no tendría mayor importancia si no fuera porque el programa El Larguero de la Cadena SER había anunciado esta semana que el Athletic pasaría dicho control (y el siguiente ante el Albacete), demostrando que la confidencialidad de los controles no existe. Efectivamente, el Athletic pasó control y esto abre una crisis entre el Consejo Superior de Deportes y la Real Federación Española de Fútbol. El CSD había anunciado, tras conocer la denuncia del programa radiofónico, que si se cumplía lo anunciado retiraría las competencias a la federación y pasaría ejercerlas directamente.
Oficialmente los controles antidopaje se establecen al principio de temporada en un sorteo ante notario que se guarda secretamente en la notaría y al que deben confidencialidad las partes.
El asunto ya creó polémica cuando el médico del Athletic, Sabino Padilla, viajó por primera vez en la temporada con su equipo al Santiago Bernabéu. Entonces, el Athletic pasó control antidopaje y curiosamente le correspondió a Gurpegui, que dio negativo.
Ahora la confirmación de las informaciones reveladas puede romper definitivamente la armonía entre el CSD y la federación. El Athletic queda al margen, por cuanto es parte ajena al conocimiento de los hechos, independientemente del origen o el destino de las filtraciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 5 de diciembre de 2003