Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
Crítica:C. Belcea

Cuarteto y solo en la vida

Hay quien dice que en Madrid hay una afición conspicua y atenta que sigue con general interés lo que de bueno se le ofrece. No sé yo, a la vista de que en los dos conciertos del Cuarteto Belcea para el Ciclo de Cámara y Polifonía -que organiza la Orquesta Nacional de España- no habría más allá de un centenar de personas. El Belcea tiene todas las credenciales para actuar en el otro ciclo, el que sí que se llena -el Liceo de Cámara que se celebra en el mismo lugar-. Es un cuarteto que se ha hecho con un prestigio envidiable entre las agrupaciones más jóvenes, graba discos y a cualquier aficionado mínimamente puesto al día le suena. ¿Qué sucede? Pues seguramente que el Ciclo de Cámara y Polifonía ha sesteado durante demasiado tiempo, que no ha bastado con traer el año pasado como cuarteto invitado al formidable Petersen ni el anterior al de Leipzig, que hay que anunciarse bien, darse importancia -pues hay razón para ello- o, si no, cerrar el quiosco. Habrá que oír a estos chicos contar en Londres -donde son cuarteto residente del Wigmore Hall- su experiencia madrileña tocando para cuatro gatos.

Ciclo de Cámara y Polifonía

Cuarteto Belcea. Obras de Haydn, Adès, Brahms, Wolf, Britten y Beethoven. Auditorio Nacional. Madrid, 2 y 3 de diciembre.

Como buenos profesionales, los chavales del Belcea dieron un par de excelentes conciertos, además con bellos programas, en los que destacaba como novedad esa preciosidad que es Arcadiana, de Thomas Adès. Pero es que también en las obras clásicas -Opus 20 nº 2, de Haydn; Opus 18 nº 5, de Beethoven- cumplieron con creces, y su Primero de Brahms fue de un romanticismo arrebatado. Han de madurar, claro está, e irán puliendo el sonido, equilibrando las voces. Están en el camino. Vuelven en febrero para dar otros dos conciertos y les acompañará ese maravilloso clarinetista que es Michael Collins. Apúntenlo, por favor, para que no vuelvan a estar, los pobres, más solos que la una.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 5 de diciembre de 2003