La figura de Nikolaus Harnoncourt (Berlín, 1929) cuenta, a través de su vocación, dedicación, estudio y análisis técnico e histórico, entre los protagonistas en la interpretación de la música pretérita. En tal menester, y a partir de 1953, en que fundó, junto a su esposa, Alice (Viena, 1930), el Concentus Musicus Wien, la fama y prestigio gozan de una gran amplitud internacional que hoy, pasado medio siglo, permanece viva.
En su quinta actuación en las series de Ibermúsica (desde 1994), Harnoncourt ha vuelto a su Mozart bienamado de carácter religioso: la Cantata Grabmusik KV 42, escrita en 1767 cuando el genio salzburgués contaba 11 años, y el Réquiem en re menor, K. 626, con el que se cierra la vida humana y artística de uno de los más altos y felices exponentes de la música europea. Como es lógico, existen notables diferencias entre el diálogo entre el alma y la muerte de la primera partitura y el adiós de la Misa de difuntos, en la que Harnoncourt ve, con muy fundamentadas razones, el origen mozartiano incluso en los fragmentos que se atribuyen a otros, preferentemente a Süssmayr. Se han intentado toda suerte de especulaciones sobre el trasfondo de las últimas palabras musicales de Mozart y seguirán ensayando mil explicaciones. Creo, sin embargo, con Harnoncourt y con Álvaro Marías, autor de una excelente nota de programa, que en el Réquiem habla la música por sí misma. En la versión escuchada ahora, Harnoncourt sabe equilibrar las que podríamos denominar razones históricas con las razones vitales, atemperadas por un afán de autenticidad evidente sin caer en tentaciones arcaizantes.
Orquestas del Mundo
Ibermúsica. Concentus Músicos y Coro Schönberg de Viena. Director: N. Harnoncourt. Auditorio Nacional. Madrid, 3 de diciembre.
Cantó el Coro Schönberg de Viena fundado en 1972 por Erwin Ortner con una perfección en todos los aspectos más que admirable, entusiastamente y se produjo el cuarteto solista -Christine Schäfer, Bernard Fink, Gerald Finler y Kurt Streit- con unos méritos dignos de su trayectoria concertística y de ópera, de las que hacen magisterio. Del Concentus instrumental y del maestro Harnoncourt poco hay que decir que no haya sido publicado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 5 de diciembre de 2003