Manuel Chávez, Cascarita, es el cantante del grupo cubano Los Fakires. En la tarde del miércoles, el artista fue a las urgencias del Gregorio Marañón por una infección. "Tiene 70 años. Avisé de que se desorienta y pedí acompañarle mientras le atendían. No me dejaron", denuncia una de sus acompañantes. Cascarita desapareció durante 24 horas. Fue encontrado a las 17.30 de ayer cantando boleros en la calle de Ortega y Gasset.
La odisea de Cascarita en Madrid terminó ayer tarde entre música, bailes y ron. Él, sus compañeros de Los Fakires y los miembros de Yeyeiba, la empresa que le ha traído de gira, celebraron el feliz reencuentro con Cascarita, un reconocido cantante cubano, con una decena de discos grabados. Pero todo pudo terminar en drama, porque pasó 24 horas perdido por Madrid, sin saber quién era, ni por dónde andaba, ni dónde podía comer o dormir algo.
La historia empieza hace dos días, en el hotel en el que duermen Los Fakires. Un compañero del grupo se da cuenta de que el Cascarita sufre una infección y decide, acompañado de Maika Gómez, de Yeyeiba, acudir a urgencias. "Llegamos a las tres y media de la tarde del miércoles. Yo avisé una y otra vez de que él está mayor, que pierde la orientación. Supliqué que me dejaran acompañarle dentro de las urgencias mientras le atendían, pero me lo impidieron", se queja Gómez. Dos horas después, harta de estar en la sala de espera sin que nadie le dijera nada sobre el cantante, Maika Gómez exigió verle.
Empezaron así 24 horas de angustia: "El hospital no nos pudo decir dónde había ido o qué había hecho". Los allegados de Cascarita denunciaron el caso en la comisaría de distrito de Salamanca. Pasaron la tarde y la noche buscándole por el hospital y por la calle. Un portavoz del Gregorio Marañón culpó a los acompañantes de Cascarita de lo ocurrido: "No avisaron a los médicos de sus problemas de memoria".
Aunque el hospital lo niega, y siempre según la versión de los allegados de Cascarita, el Gregorio Marañón podría haber incumplido una resolución de la Consejería de Sanidad que permite a los acompañantes de las personas mayores desorientadas acompañar siempre al enfermo en todos los niveles asistenciales. Incluso en aquellos, como las urgencias, en los que esto no era posible antes de la adopción de la medida, en abril de 2003.
La resolución se refiere a los enfermos de Alzheimer o aquellos con trastornos similares. Sanidad adoptó la medida tras una recomendación de la Defensora del Paciente, institución cuya titular es Margarita Retuerto. Ésta conoce bien los estragos del Alzheimer. Es autora del libro Mi vida junto a un enfermo de Alzheimer, en el que cuenta su experiencia como esposa de un afectado por esta enfermedad.
Cascarita fue hallado a las 17.30 en la calle de Ortega y Gasset. Estaba solo, cantando boleros y desorientado. Un vecino que había visto en televisión el aviso sobre su desaparición alertó a la policía.
"No sabemos qué ha hecho. Creemos que ha dormido en un albergue para indigentes porque tenía una bolsa con ropa, comida y un libro de plegarias. Todo ha resultado bien, pero lo que ha hecho el hospital no tiene nombre", concluyó Gómez.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 5 de diciembre de 2003