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Un hombre mata de ocho puñaladas a su esposa en su domicilio de Madrid

Jorge William Hernández Horrego, de 41 años, fue detenido ayer por agentes de la comisaría del distrito de Latina, acusado de matar de ocho puñaladas a su esposa Glenda Gynesth, de 26 años, según informó anoche la Jefatura Superior de Policía de Madrid. El supuesto autor de las cuchilladas fue localizado por los investigadores a través de su teléfono móvil, después de que saliera corriendo y abandonara en el domicilio familiar a su hijo de nueve años.

Los hechos ocurrieron sobre las siete de la tarde en el número 56 de la calle de Villamanín, en el barrio de Batán. Por causas aún no esclarecidas, se inició una discusión entre los dos esposos, ambos de nacionalidad colombiana. Ella intentó refugiarse en el cuarto del baño, pero él logró entrar en el interior y le asestó ocho puñaladas. Una de ellas fue mortal casi en el acto, ya que le alcanzó el corazón. La mujer quedó tendida en medio de un gran charco de sangre en el servicio.

Jorge William Hernández tiró el cuchillo homicida en medio de la casa y, tras coger su teléfono móvil, salió corriendo de la vivienda. Los gritos de la mujer y la fuerte discusión alertaron a los vecinos próximos al domicilio de la víctima, sito en el primer piso, puerta 4. Algunos de ellos avisaron a la policía y a los servicios sanitarios de emergencia.

Cuando llegaron los facultativos de una UVI móvil del Summa, hallaron a Glenda Gynesth en el baño. Sufría una parada cardiorrespiratoria producida por las graves puñaladas que había recibido. Los facultativos intentaron reanimarla durante más de 45 minutos, pero al final sólo pudieron certificar su muerte.

Mientras, los policías empezaron a preguntar a los vecinos, lo que les permitió conseguir el número de teléfono móvil del supuesto parricida. Informaron de este hecho al inspector responsable del Módulo Integral de Proximidad (MIP) I, que marcó ese número y contactó con Hernández. Éste se mostró muy nervioso durante la conversación y anunció al policía que se quería suicidar. Gracias a la pericia del inspector, éste logró convencerle.

Estación de Batán

El supuesto autor se mostró reacio a entregarse: señaló que estaba muy ofuscado y pidió tiempo para pensar. El inspector repitió la llamada a los pocos minutos y entonces consiguió que Hernández le facilitara su posición. Se hallaba junto a la estación de metro de Empalme. El inspector mandó al lugar agentes de paisano, que lograron detener al supuesto homicida cuando aún mantenía su conversación con el policía.

Este homicidio eleva a 91 las muertes violentas registradas en la Comunidad de Madrid desde principios de año y rompe la racha de 50 días seguidos sin asesinatos que se cumplía ayer.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 5 de diciembre de 2003