"Hay casos excepcionales, pero en general, Sanidad está cumpliendo". Cuando en julio la consejería que dirige Vicente Rambla decidió potenciar las interrupciones de embarazo en los hospitales públicos, ante el plante de las clínicas privadas por las deudas de Sanidad y la falta de un concierto actualizado desde hacía diez años, la mayoría de los responsables de estos centros -que absorbían hasta entonces el 99% de lo abortos- temieron que los nuevos filtros impuestos por Sanidad endurecieran las condiciones y redujeran sensiblemente las intervenciones subvencionadas por la consejería. Cuatro meses después, pese a destacar que se han introducido trabas que antes no había, fuentes de las clínicas admiten que no esperaban que la tasa de aprobación de los dictámenes que los psiquiatras de la consejería realizan rondara el 93%.
Precisamente, el hecho de que fueran estos especialistas de quienes dependiera el visto bueno para autorizar el aborto fue uno de los aspectos que más pesó a la hora de no participar en el concierto que ofreció la consejería en agosto. Las clínicas de la provincia de Valencia y Castellón optaron por no presentarse y estas dos provincias quedaron sin cobertura concertada. Sin embargo, una vez comprobado el elevado índice de dictámenes positivos, fuentes de las clínicas se muestran abiertas a alcanzar un acuerdo con Sanidad para hacerse cargo de intervenciones en las dos provincias. "Se trataría de complementar las intervenciones de las que no puede hacerse cargo la consejería", apuntan estas fuentes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 6 de diciembre de 2003