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Entrevista:TROTAMUNDOS | CARLOS HIPÓLITO | ACTOR | PROPUESTAS

Una mujer y siete islas

Digamos que para enamorar a su mujer tuvo que enamorarse de la tierra de ésta, Canarias. Y cumplió sobradamente. Pues le podrían contratar de pregonero de las delicias del archipiélago. Eso sí, cuando finalice la gira que acaba de iniciar con la obra teatral Dakota.

Trotar por siete islas tiene su mérito.

Y tanto, mi mujer me puso a prueba y comenzó por la parte más árida. Y aguanté estoicamente el duro mundo de la piedra volcánica. Pero las islas son diferentes entre sí, y en todas hay fuertes contrastes.

¿Por ejemplo?

Vas a La Palma y tomas el sol en la playa. Después atraviesas el túnel que hay excavado hacia el norte y a la salida parece que estés en un país nórdico, entre nieblas.

¿Y en Lanzarote?

Es árida, pero bella en sus tres colores: el negro de la piedra volcánica, el verde de las viñas y el azul del cielo. Hay que visitar Haría, un pueblecito bellísimo.

Tomo nota. ¿Qué debo ver si arribo a El Hierro?

Sin falta, el balneario de Sabinosa. Parece que esté en el fin del mundo.

¿Y en Gran Canaria?

Como mínimo, pasear por Utiaca, en el centro de la isla. Además, la isla tiene el carácter aperturista que da el puerto. Ha sido lugar de intercambio, hay mucha inmigración, y por ello tiene una gran apertura mental.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 6 de diciembre de 2003