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Crónica:FÚTBOL | El gran clásico

Rijkaard: "No era raro defender más"

El técnico holandés justifica su planteamiento de la primera parte por la goleada recibida en Málaga

El partido cambió tan pronto como Rijkaard decidió asumir que, de nuevo, se había equivocado y abrió el campo de lado a lado dando entrada a dos extremos, Overmars y Quaresma para encarar el segundo tiempo cuando el Barcelona ya estaba en desventaja en el marcador. Se la jugó entonces, seguramente demasiado tarde para el gusto de los aficionados. La hinchada acudió a la cita confiada en que vería salir al Barcelona volcado, con la intención de llevar la iniciativa, buscando arrinconar al Real Madrid. Pero se encontró con una apuesta timorata debido al dibujo que eligió Rijkaard. Y cuando se reconoció en la apuesta final del técnico, ya era tarde. Por eso, desconcertados, aguardaron como nunca las explicaciones del entrenador local. ¿Por qué se asustó?, ¿por qué no dio más tiempo a Saviola?, ¿por qué se guardó la carta de Luis Enrique, ese que tantas veces dio en el blanco?.

Media hora después de que el abrazo entre Pavón y Casillas certificara la victoria del Madrid, cuando Rijkaard compareció en la sala de prensa se vio obligado a reconocer, de entrada, que el equipo mostró en el primer tiempo "demasiado respeto al rival en esa fase y no supo aprovechar los espacios que tuvo por la banda derecha. Faltó decisión en la construcción, saber aproverchar el hombre libre que siempre tuvo en el campo".

No reconoció Rijkaard, como lo había hecho dos días después de la derrota ante el Villarreal, que se hubiera equivocado. Y sin embargo, ayer presentó una alineación con un sólo extremo, Luis García, y que, durante la primera parte, regaló la banda derecha por donde penetró con insistencia y mucho peligro Roberto Carlos. El Barça amontonó jugadores en el centro del campo, dejó muy sólo en eje ofensivo a Kluivert y le regaló el balón al Madrid en ese periodo y ni siquiera aprovechó las situaciones de contraataque.

El entrenador holandés dijo no arrepentirse del planteamiento realizado en la primera parte, porque, en su opinión y tras el 5-1 encajado en Málaga, "no es raro haber buscado un poco más de seguridad defensiva".

Para el técnico azulgrana el resultado de ayer resultó "un golpe muy duro para todos" pero no perdió la ocasión de justificar lo acontecido echando mano de la recurrente fortuna: "En el primer gol, tuvieron la suerte que acompaña al líder, porque llegó precedido de un error". No pudo por menos que reconocer que, otra vez, especialmente en la segunda parte, cuando el equipo arriesgó y gozó de "ocasiones sobradas para empatar el partido", volvió a mostrarse "falto de gol, algo que se ha repetido en varios partidos".

"La situación", asumió, "es delicada para el equipo y para mi, soy consciente de que faltan puntos y de lo que esta situación genera sobre mi persona". Pero no aceptó que hubiera dudas en su comportamiento al marcar el camino a seguir: "Sales al campo siempre para dar lo mejor como equipo y en lo individual. Si no ganas, no cumples, aunque siempre hay un partido por delante y si lo ganas, entonces nadie habla de dudas".

El técnico no aceptó que durante el partido su equipo hubiera sido inferior al rival: "Ellos no tuvieron más oportunidades de las que generamos nosotros y supimos frenar su juego". Pero perdieron, y por eso su rostro habló anoche de pena.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 7 de diciembre de 2003