Decenas de miles de personas se manifestaron ayer en Caracas para celebrar el quinto aniversario de la llegada al poder, en 1998, del presidente venezolano, Hugo Chávez, y eligieron la plaza Altamira del este de la ciudad -símbolo de la oposición- como punto de concentración. La manifestación se produce cuando el país se encuentra en vilo, a la espera de la decisión de las autoridades electorales sobre la validez de las firmas recogidas por la oposición para convocar un referéndum revocatorio del mandato presidencial de Chávez, para el que son necesarias 2.405.856 firmas. Mientras la oposición dice que logró reunir 3,6 millones, el oficialismo asegura que sólo obtuvo el respaldo de 1,9. La verdadera cifra se conocerá a mediados de enero de 2004.
Los manifestantes acudieron a la plaza Altamira, lugar de la rebelión pacífica de un centenar de militares opuestos al presidente, tirando cohetes y cantando consignas contra la oposición, como: "La plaza pertenece al pueblo y no a la oligarquía". El alcalde, Leopoldo López, opositor a Chávez, fue atacado cuando intentaba evitar la concentración en el lugar. "Llegaron a la plaza Altamira y empezaron a causar destrozos", afirmó el alcalde, que fue retirado por sus guardaespaldas ante una lluvia de piedras y palos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 7 de diciembre de 2003