En los próximos tres años, el porcentaje de población activa dedicada al sector servicios pasará en España del 55% actual al 65%. Se trata de un dato aportado por los ponentes del congreso nacional sobre Sectores Emergentes, Oportunidades de Empleo y Negocio para esta Década, celebrado en Pamplona. Una cita en la que más de 300 profesionales analizaron cómo alcanzar el pleno empleo en el año 2010, a través de la economía del conocimiento, una meta marcada por la Unión Europea.
Adaptar el empleo a este futuro significa reconocer que los sectores industrial y agrícola reducirán su presencia en el mercado laboral en detrimento de un rampante sector al servicio de las empresas. El secreto es "adaptarse invirtiendo en formación", explicó Carlos Iglesias, profesor de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid) y coautor del estudio Cambio sectorial y desempleo en España, de la Fundación BBVA.
El 55% de la población activa trabaja en este sector. En tres años serán el 65%, estimó el congreso nacional de sectores emergentes
Cuando las instituciones comenzaron a trabajar en los nuevos yacimientos de empleo, los servicios a empresas no estaban incluidos. Hoy es uno de los principales sectores emergentes. Los expertos han constatado que las empresas tienden a reducir su dimensión ciñéndola al proceso estratégico de producción y subcontratando todo lo demás. Y es ahí donde se generarán las mayores oportunidades de empleo.
Los ponentes confirmaron la enorme expectativa de crecimiento de los denominados servicios avanzados, como ocio, cultura, infancia, tercera edad y nuevas tecnologías, puestos de manifiesto por Belén Basteiro, directora de recursos humanos de Círculo de Progreso.
Roberto Sabater, de NetPersonas (Grupo Accenture), y José María Gasalla, de Grupo Desarrollo Organizacional, concluyeron en el taller El mejor activo de una empresa: las personas que la mayor discriminación de este siglo será la del conocimiento. Los ponentes también destacaron el valor de las empresas de economía social, las microempresas y el autoempleo. La capacidad de adaptación de las pymes será un elemento imprescindible para su supervivencia. Los autónomos asociados son un buen ejemplo de ello.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 7 de diciembre de 2003