Con pinceladas de arte a un noble toro de Fernando de la Mora se despidió de los ruedos mexicanos José Ortega Cano. El torero español cortó una oreja a su segundo enemigo, aunque escuchó pitos con su primero en la Monumental de México. Con el fondo musical de Las Golondrinas, Ortega Cano trazó una faena donde sobresalieron la cadencia y la inspiración. En cambio, desaprovechó la bravura de su primer toro, el mejor del encierro. Ortega Cano compartió cartel con El Zotoluco, Armillita y el rejoneador Fermín Bohórquez.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de diciembre de 2003